Toma las medidas necesarias para optimizar los sistemas de enfriamiento

Hay muchas partes en un invernadero y aprender todos los detalles sobre los sistemas de enfriamiento, o saber cómo ventilar sus invernaderos de manera natural, les ayudará a mantener esos sistemas en buenas condiciones de operación.

En este artículo presentamos algunos aspectos que A.J. Both del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad Rutgers (EUA) dice que debemos recordar al instalar los sistemas de enfriamiento y ventilación.

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Paguen más para obtener más

Lo más importante al comprar un sistema de enfriamiento dice Both, es prestar atención a la forma en la que fue construido.

“Un productor debe aprender a notar qué tan bien están ensambladas las piezas y qué clase de componentes se están utilizando. Pueden comprar artículos de mayor calidad que les durarán más y que han sido fabricados conforme a especificaciones más estrictas; o pueden comprar materiales más baratos que no tengan tan buen desempeño y les duren menos,” explica.

Both recomienda los materiales galvanizados, en lugar de los productos hechos de metal sin recubrir, ya que los primeros pueden soportar mejor las condiciones de humedad dentro de un invernadero y tienden a durar más tiempo.

La mayoría de los artículos costosos tienen la garantía del fabricante, lo cual es importante recordar; añade.

“Si tienes una garantía o una garantía extendida, sabes que el fabricante ha dedicado tiempo a pensar en los problemas que pudieran llegar a surgir y ha fabricado un producto de alta calidad,” comenta.

Mantengan su equipo

El mantenimiento adecuado es esencial para que su equipo continúe operando tanto tiempo como sea posible.

El mantenimiento incluye la lubricación periódica, inspección de las bandas y motores de los ventiladores, limpieza de las aspas de los ventiladores y revisiones frecuentes para saber qué piezas deben ser reemplazadas.

Both calcula que la mayoría de las piezas del equipo de enfriamiento deben durar entre 5 y 10 años, dependiendo del mantenimiento que reciban.

“Es importante revisar las recomendaciones del fabricante y seguir esas recomendaciones probablemente extenderá la vida útil del equipo,” dice.

Seleccionen su sistema de enfriamiento con fundamentos

Uno de los dos tipos principales de sistemas de enfriamiento por evaporación utiliza cojinetes húmedos y ventiladores (sistema de pared húmeda) y es la opción menos costosa, explica Both.

evaporative cooling pads, u of ariz greenhouse

Sistema de enfriamiento evaporativo, una opción económica que promueve “un gradiente de temperatura cuando el aire enfriado se mueve por el invernadero y va recogiendo calor.”

“Es un sistema muy efectivo pero por lo general se instala del lado del invernadero donde está la entrada de aire y como resultado, se tiene un gradiente de temperatura cuando el aire enfriado se mueve por el invernadero y va recogiendo calor,” explica.

El aire más frío llegará directamente al interior de la pared húmeda y al moverse por todo el invernadero hacia el ventilador del otro lado, va recogiendo calor, lo cual produce un gradiente de temperatura en todo el invernadero.

Este gradiente puede tener un impacto en el crecimiento y desarrollo del cultivo. La otra opción de enfriamiento, el sistema de nebulización, es más costoso pero proporciona enfriamiento más uniforme en todo el invernadero.

En este sistema, se colocan pequeñas boquillas de nebulización en todo el invernadero, creando un perfil de temperatura más uniforme.

“Es un sistema más uniforme porque el enfriamiento por evaporación abarca todo el invernadero,” dice Both. “Sin embargo, el sistema requiere una bomba de alta presión y agua muy limpia para que las pequeñas boquillas no se tapen. La instalación de este sistema también es más costoso.”

Presten atención al flujo de aire

Both recomienda a los productores que al instalar los ventiladores consideren las resistencias al flujo de aire que están asociadas con el diseño del invernadero. Por ejemplo, instalar una pared húmeda a la entrada de aire, o añadir una malla contra insectos, aumentará la resistencia al flujo de aire. En esos casos, se requerirá capacidad adicional de los ventiladores para manejar las resistencias.

Asimismo, las condiciones de viento en el exterior pueden generar pequeñas diferencias de presión de aire entre el lado de barlovento y el lado sotavento de la estructura, que pueden interferir con el sistema de ventilación. Un sistema de ventilación bien diseñado tomará todo esto en consideración y dará como resultado una instalación con suficiente capacidad de ventilación.

“Este es un aspecto crítico que los productores y diseñadores deben tomar en cuenta. Deben instalar la capacidad requerida para manejar las resistencias que el sistema impondrá a los ventiladores, asegurándose de que puedan mover suficiente aire por todo el invernadero para garantizar suficiente capacidad de ventilación,” explica Both.

Uso de la ventilación natural

La ventilación natural no requiere ventiladores para jalar o empujar el aire en el invernadero. En lugar de ello, se basa en aperturas estratégicamente localizadas para crear flujo de aire. Algunos ejemplos incluyen una combinación de aperturas en las paredes laterales y troneras en las cumbreras; o sencillamente troneras, como en los invernaderos tipo Venlo.

“La ventilación natural se basa en dos principios físicos. El primero es lo que llamamos flotabilidad térmica o el efecto chimenea. El aire caliente es menos denso y por lo tanto se eleva hacia la parte superior del invernadero. Si se coloca una apertura a esa altura, el aire caliente escapará y entrará aire más frío y fresco por otra tronera o por una ventila en la pared lateral,” dice Both.

Por otro lado, es posible depender del efecto del viento que crea movimiento del aire como resultado de pequeñas diferencias de presión de aire en el exterior del invernadero.

“Del lado de barlovento, el aire que sopla contra la estructura genera un exceso de presión. Por el lado de sotavento, el aire es extraído fuera del invernadero y genera menor presión de aire. Al abrir ambas ventanas que están localizadas en la estructura, podemos generar una corriente de aire que mueva el aire del lado de baja presión al lado de alta presión”, explica.

La desventaja de la ventilación natural, dice Both, es que se depende de las condiciones del exterior; por lo que no hay tanto control como con los sistemas de ventilación mecánicos. No obstante, ya que los sistemas de ventilación natural cuestan menos, pueden ser una buena opción para los productores que tienen presupuestos limitados.

Recuerden los errores comunes

En su mayoría, los cultivos pueden ser producidos con éxito utilizando ventilación natural o un sistema de ventiladores mecánicos, dice Both. No obstante, los cultivos más altos y más densos como los tomates y los pimientos pueden requerir ajustes adicionales para crear un flujo de aire óptimo.

Algunos de los errores más comunes que Both observa en los sistemas de enfriamiento y ventilación, son: el cálculo incorrecto de la capacidad de flujo de aire; no sellar adecuadamente las grietas o fisuras en la cubierta del invernadero; taponamiento de las boquillas en los sistemas de nebulización; y taponamiento de las líneas de suministro en el sistema de pared húmeda. “Como con cualquier pieza de equipo, se requiere prestar atención a los detalles y asegurarse de que se les da servicio periódico a los componentes para mantenerlos en buen estado y en condiciones de operar cuando se les necesite,” concluye.


Este artículo fue originalmente publicado en inglés en la revista American Vegetable Grower, revista Hermana de Productores de Hortalizas.