Descubre cuál es el sustrato ideal para tu operación de invernadero

Manejo del riego en sustratos

jorge flores invernadero con tomateEl uso de sustratos en la agricultura está dirigido al cultivo en invernadero donde es posible llevar el control de los factores asociados a la producción; específicamente el uso de sustratos en la agricultura fue originado debido a factores asociados con la fatiga del suelo, pero, sobre todo, a la dificultad para establecer un cultivo de manera segura, en las etapas iniciales del cultivo donde agentes patógenos presentes en suelo son definitivamente difíciles de erradicar.

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Desde el punto de vista hídrico el uso de sustratos, está condicionado a la cantidad de agua que puede almacenar y en función de esto, la que pude liberar para ser aprovechada por la planta. Debido al tamaño del contenedor y un ambiente confinado, lograr que la liberación de agua permitida por el sustrato sea la más cercana a lo que la planta consume es el reto del manejo del riego en este sistema de producción.

Bajo las condiciones expuestas, definir una estrategia de manejo de riego en sustratos depende de la capacidad del sistema y en riego de alta frecuencia, de la precisión que el controlador tenga para emitir las cantidades necesarias en el momento que se requiere. Sobra decir que para esto el diseño del riego debe presentar eficiencias en la uniformidad superiores al 95%.

Tres características básicas son importantes para definir el sustrato que necesita: 

Desde el punto de vista biológico un sustrato debe estar libre de agentes patógenos; uno de los principales problemas en este momento en los cultivos en suelo, es la existencia de nematodos, ante lo cual ya cualquier sistema de control implica un costo adicional y en el peor de los casos la degradación del suelo y ambiente por el uso de productos químicos.

Desde el punto de vista biológico, los mejores sustratos son los derivados minerales, tales como perlita, peat moss, tezontle, etc.

Atendiendo a las propiedades químicas

Al cultivar en invernaderos se busca mantener el control de los procesos involucrados en el sistema de producción, clima, vegetal, etc. Desde el punto de vista del riego, pero sobre todo de la fertirrigación es básico para tener el control de la solución nutritiva, saber el contenido de elementos en el agua y medio de cultivo; dependiendo del análisis químico será posible determinar dos tipos de sustratos:

Sustratos químicamente inertes

No cuentan con elementos activos en sus componentes y por lo tanto es necesario colocar en el medio la totalidad de elementos que la planta necesita; Desde el punto de vista hídrico existen sustratos que estrictamente anclan las raíces del cultivo y la mantiene hidratada al ser capaces de retener agua hasta más de 20 veces su peso como es el caso del peat moss, pero ninguna característica química que ocasiones reacciones con el agua o la solución nutritiva.

Activos químicamente

Pueden reaccionar con las solución nutritiva y cambiar la relación de elementos disponibles para la planta, lo que dificulta su manejo, los principales indicadores que se pueden evaluar es el potencial de hidrogeno (Ph), la Conductividad Eléctrica (CE), Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC)   y contenido de iones disueltos que pueden afectar la salinidad o presión osmótica de la solución y con ello la capacidad de absorción por la planta. Ejemplo de estos, la fibra de coco, cortezas y cascarillas,

En función de la física del sustrato

DeBoodt y Verdonck sugieren que para un crecimiento optimo del cultivo, un sustrato debería tener un 20 % de aire, y un 30 % de agua fácilmente disponible. Es decir, la densidad aparente del sustrato que relaciona la proporción de masa y volumen del sustrato y en consecuencia la capacidad de retención, que es la que define la gestión del riego, tal como lamina aplicada y el intervalo de riego.

Actualmente existen una gran diversidad de sustratos que pueden ser usados en agricultura y otros con una calidad menor

Sustratos de mejor calidad atendiendo relación aire y Agua Fácilmente Disponible (%)

afd manejo de riego en sustrato

Es posible notar que, desde el punto de vista físico, existen sustratos con características adecuadas de aireación y AFD, como la cascarilla de café, el carbón o la cascara de coco, sin embargo, desde el punto de vista biológico y químico, es relativamente caro lograr la esterilización de estos materiales.

sustratos de menor calidad manejo del riego

 

Vida útil

El cultivo en sustratos representa ventajas como las expuestas respecto del suelo, no obstante, un sistema de producción en cultivo sin suelo, es también un gran consumidor de recursos, la mayoría de los sustratos comerciales tiene una vida útil no mayor a dos años, por lo que se debe tener presente esta deficiencia al momento de seleccionar el material del sustrato

Materiales no biodegradables de origen mineral son de hecho materiales con las mejores características para ser utilizados como sustratos. En este sentido la perlita y lana de roca son los que más larga vida útil tienen, llegando hasta los 3 años sin perder significativamente sus propiedades físicas, alta capacidad de retención de agua a bajas tensiones (< 3 kPa) y alta capacidad de aireación.

Gestión del riego en Sustratos

Entre los factores básicos de manejo de cultivos de invernadero, se encuentra el control del riego; cuando el cultivo es en sustrato la gestión se basa en el seguimiento del estado hídrico y osmótico del sustrato, los requerimientos de riego de la planta que es básicamente la transpiración, y que como se ha mencionado en números pasados, depende principalmente de la radiación, temperatura, humedad y Velocidad del viento. En consecuencia, la gestión del riego en sustratos puede llevarse con base al seguimiento del sustrato, de la planta o del clima, o una combinación de ellos.

Basados en el seguimiento de las tensiones en el sustrato, estas deben oscilar entre 1 y 10 kPa para evitar el estrés en la planta, dependiendo de las características físicas, la mayoría de los sustratos liberan la mayor cantidad de agua entre los -1 y 10 kPa, por lo que para evitar llegar al punto de marchitez permanente (PMP) al cual se le atribuye un potencial de 4,2, en términos generales se recomienda realizar el riego con 8 kPa. Este criterio será más adecuado en sustratos inertes, si el sustrato interactúa con la solución nutritiva, es probable que el manejo de las tensiones también sea diferente, por ejemplo, en lana de roca, tiene una curva de liberación más pronunciada, llegando rápidamente al límite de disponibilidad de agua con potenciales de 3 kPa, por lo que será este el límite para activar el riego, siendo más recomendable en 1,5 kPa.