Control de clima y riego para incremento en luz estacional

tomate follaje

 

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En el periodo entre las semanas 9 y 13 (última semana de marzo) la luminosidad total, medida en julios/cm2, se incrementa de 1,900 aproximadamente hasta cerca de 2,500 julios/día.

A medida que el nivel de luminosidad se incrementa en primavera, el productor deberá ajustar el número de tallos/m2 en el invernadero para controlar mejor el clima. Del mismo modo debe realizar ajustes a su estrategia de riego (L/m2 aplicados cada día) y a la CE de la solución de alimentación aplicada a las plantas.

Estos ajustes al cultivo y al riego se efectúan en coordinación con la carga de frutos (derivada de los tallos adicionales), el ritmo de floración y la necesidad de procurar un sistema radicular fuerte y arraigado para mantener el equilibrio en las plantas, tallos/hojas y frutos.

Densidad de tallos

A principios de la semana 5 y quizás de nuevo en la semana 8, el productor habrá incrementado el número de tallos/m2 para tomar ventaja del incremento de luminosidad y con ello incrementar su producción.

Además, el hecho de tener más tallos/m2 en el invernadero contribuirá al control de clima en el mismo, ya que habrá mayor superficie foliar y en consecuencia mayor potencial de transpiración del cultivo, de manera que el invernadero se mantendrá más fresco.

Si el productor había mantenido 2.5 tallos/m2 a lo largo del invierno, habrá incrementado la densidad de tallos a 3.5 o 3.6 tallos/m2 en preparación para una luminosidad diaria total más elevada, así como una intensidad luminosa más alta.

En la semana 5, partiendo de 2.5 tallos/m2, habrá incrementado el número de tallos en un 15% ó 20% de manera que la densidad de tallos será de 2.9 a 3 tallos/m2. Entonces, en la semana 8 el productor pudiera haber incrementado la densidad de tallos de nuevo al agregar un 15 ó 20% adicional, de manera que la densidad de tallos final para primavera y verano sea de 2.5 a 3.6 tallos/m2.

Estas técnicas deberán finalizarse en marzo y no sólo van a incrementar la producción, sino que también van a contribuir a lograr una mejor calidad de frutos debido al control de temperatura más eficiente logrado en el invernadero.

Sesiones de riego controladas por luminosidad total
Los productores deberían considerar su estrategia de riego diaria en cuatro (4) periodos diferentes.

 

Como norma, nunca inicie la primera sesión de riego del día hasta que las plantas estén transpirando activamente y tomando agua. Si inicia la sesión de riego demasiado temprano por la mañana, habrá un alto riesgo de que los frutos se agrieten o revienten.

 

En México, consideren iniciar el primer periodo, es decir aplicar la primera sesión de riego del día, de una a una hora y media después del amanecer o cuando se hayan acumulado de 125 a 150 julios de luz.

Si inician el riego cuando la humedad en el invernadero es superior a 80% también se incrementa el riesgo de agrietamiento de frutos, ya que las plantas no van a ser capaces de transpirar activamente.

El segundo periodo de riego del día es para suministrar oxígeno a las raíces, proporcionando a las plantas una influencia vegetativa (muy importante en México), y para controlar la CE y el pH en la zona de la raíz.

 

Durante este periodo, el productor también puede reducir la CE de la solución nutritiva en 0.3 mS de manera lineal.

No establezcan la reducción del valor de CE solamente en base a la luz, ya que la CE en el sustrato sería demasiado baja al final del día, con el consecuente riesgo de que se produzca agrietamiento de frutos.

El valor objetivo de CE en la solución nutritiva es de 2.6 a 2.9 mS aproximadamente; el de la solución de drenaje, entre 3.1 y 3.5 mS y pH de 5.5 a 6.0. Estos valores proporcionarán frutos de buena calidad sin sacrificar su tamaño.

Durante el segundo periodo de riego del día, el productor debe regar con mucha frecuencia para suministrar el oxígeno suficiente a las raíces.

 

Recuerden que el oxígeno no es suministrado a las raíces a través del agua de riego, sino que sólo penetra en el sustrato a través del proceso de drenaje.

En este periodo, el productor debe establecer el valor de luminosidad total de inicio de cada sesión de riego en 45 julios, de manera que la frecuencia de riego en un día radiante y soleado sea de 11 a 14 minutos con un volumen de 75 a 80 mL por gotero.

Establezca el periodo mínimo y máximo entre riegos (el mínimo y máximo posible de minutos entre ciclos de riego) en 10 y 40 minutos respectivamente, con el fin de permitir al sistema de riego realizar su trabajo tanto en días soleados como nublados.

Durante este periodo, el porcentaje de drenaje podría ser de 40 a 50%, pero esto es indispensable para la buena salud de las raíces y para proporcionar unos valores de CE y pH estables en la zona de la raíz durante el momento más cálido y soleado del día.

Durante el tercer periodo del día (por la tarde) la CE en la solución nutritiva comenzará a ascender a medida que la intensidad luminosa desciende gradualmente. Estas posiciones serán automáticas y estarán controladas por el sistema computarizado.

Utilice una posición de luminosidad total más alta (quizás 55 julios) para reducir la frecuencia de riego. Sin embargo, también debe utilizar un volumen de riego más alto en el segundo periodo para compensar posibles condiciones de CE y pH no deseadas en el sustrato.

En México, la última sesión de riego de la jornada depende en gran medida de la temperatura en el invernadero.

 

Debe continuar las sesiones de riego del tercer periodo hasta que la luminosidad total sea de 150 julios o la temperatura en el invernadero comience a descender por debajo de 25 °C.

A dicha temperatura las plantas están transpirando completamente y empleando agua aun cuando el nivel de luz desciende. En esta temporada del año, deben procurar que el contenido de agua en el sustrato no descienda demasiado durante la noche.

El cuarto periodo de riego del día (entre el ocaso y el alba) es usado en raras ocasiones. Deben evitarse sesiones de riego nocturnas para prevenir agrietamiento de frutos.

Si se aplican sesiones de riego por la noche, su volumen debe ser pequeño (menos de 90 mL/gotero) y deben ser aplicadas al menos 4 horas después de la última sesión de riego del tercer periodo.

El drenaje promedio de 24 horas objetivo en esta época del año será de 25 a 30% aproximadamente. La cantidad de agua aplicada a los tomates de invernadero en esta época es de 6.0 a 6.75 L/m2, persiguiendo un consumo por la planta de 4.2 a 4.7 L/m2. Cuanta más agua se suministre a las plantas, más agua van a consumir. Esto proporcionara un 30% de drenaje aproximadamente.

Temperatura diurna, nocturna y promedio en 24 horas

La temperatura promedio en 24 horas en el invernadero controla la velocidad de floración y de madurez de los frutos.

Una temperatura promedio en 24 horas de 19.5 °C a 20.5 °C es un buen punto de partida para conseguir la velocidad de floración deseada de un racimo por semana.

A medida que avanza la primavera, el control de la temperatura promedio en 24 horas se vuelve más difícil, así que es mejor tomar ventaja de las condiciones primaverales mientras estén disponibles.

La diferencia de temperatura entre el día y la noche controla el equilibrio vegetativo-generativo de la planta. Una diferencia pequeña entre la temperatura diurna y nocturna proporciona una influencia vegetativa, mientras que una diferencia grande proporciona influencia generativa.

Debido a esta relación, los invernaderos sin calefacción suelen tener más plantas generativas-débiles en primavera.