Beneficios de la producción protegida

El Guardián de tus cultivos

El cultivo en invernadero presenta una gran oportunidad para los exportadores, ya que sus productos suelen ser más homogéneos y menos propicios a ataques de plagas insectiles. Al ser un ambiente cerrado, el control es más simple, y el ataque de enfermedades puede ser manejado de mejor manera sin correr el riesgo de propagarse a toda la plantación.

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Consideraciones sobre producción en invernadero

El invernaderista debe conjugar todos los factores que influyen en la producción, para aprovecharlos a su favor y conseguir una producción rentable, sostenible. Veamos algunos de estos factores:

  • Tipos de invernadero. Los invernaderos que se han estado construyendo en Guatemala — donde prevalecen condiciones tropicales — poseen ventana cenital, la cual es importante para poder sacar el aire caliente y exceso de humedad del mismo. Los invernaderos dedicados al cultivo de hortalizas son totalmente herméticos; los laterales están cubiertos por mallas antiinsectos y sobre éstas se coloca una cortina de plástico para regular el ingreso de aire y humedad. La mayoría de estructuras tienen una altura al canal entre 4.5 a 5.25 m, lo cual permite lograr condiciones de clima apropiadas para el desarrollo de las plantas. 
  • Ubicación. Deben construirse en un sitio adecuado al tipo de cultivo. En el caso de tomate y pimientos, deben ubicarse en una altitud entre 900 y 1600 msnm, mientras que para pepinos puede estar entre 500 y 1000 msnm. Se debe contar con suficiente agua con buenas propiedades químicas de calidad, así como con energía eléctrica y vías de acceso en buen estado para el transporte de los productos al empaque o mercado de destino.
  • Topografía. Debe ser relativamente plana, ya que los costos de nivelación son muy altos, y los taludes limitan la circulación del aire, con la consecuente acumulación de humedad que podría favorecer el desarrollo de enfermedades fungosas.
  • Estructura. Debe ser de hierro galvanizado, que soporte vientos con velocidad de 125 a 150 km/h y carga entre 25 y 30 kg/m2. Los perfiles para sujetar el plástico deben ser de aluminio para que no exista el riesgo de que se expandan con el calor y puedan soltar el plástico. La estructura de metal debe tener un diseño que no ocasione mucha sombra al cultivo, ya que el aprovechamiento de la luz es vital. 

Guardián protege tu inversión

Cuando inicie su producción bajo invernadero o tenga que cambiar sus plásticos, recuerde que Grupo Olefinas ofrece plásticos para invernaderos marca GUARDIÁN, coextruidos y diseñados especialmente para ser utilizados en estructuras de invernaderos, para cubrir techos, paredes y canales de agua. Adicionalmente, la formulación de los plásticos Guardián le permite controlar otras variables como calidad y cantidad de luz visible, temperatura, condensación del agua y modificación del espectro UV e IR, entre otras, y su formulación especial garantiza duraciones de hasta 3 años.

Entre los diferentes plásticos para invernadero Guardián se tienen: UV, CPN, luz difusa, anti-blackening, antigoteo, antialgas, IR, antiestático, antivirus e IR cooler; cada uno con una formulación especial que se adecua a cada necesidad de cultivo y región.