Uso de microogranismos benéficos en el tomate

En la búsqueda de alternativas que disminuyan las aplicaciones de fertilizantes surgen un sinnúmero de variantes, que permiten una nutrición ecológicamente sostenible.

El presente trabajo investigativo evalúa la efectividad agrobiológica de la utilización combinada de microorganismos benéficos y productos bioactivos en el cultivo del tomate. La investigación se ejecutó en las áreas experimentales del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba (INCA), sobre un suelo Ferralítico Rojo lixiviado típico, con una fertilidad de media a alta.

Publicidad

Métodos culturales

Las atenciones culturales fueron realizadas según las recomendadas para el excepto la fertilización mineral, la cual se varió de acuerdo con resultados ya obtenidos. Los productos utilizados fueron EcoMic®, a base del hongo formador de micorrizas arbusculares, Glomus clarum (25 esporas/g de suelo) y AzoFert®, a base de la rizobacteria promotora del crecimiento vegetal Azospirillum brasilense sp-7 (1.3 x 109 ufc/g de suelo), los cuales se aplicaron recubriendo las semillas, según tecnología recomendada, a una dosis de 100 g/kg de semilla.

En el caso del producto bioactivo se aplicó a una dosis de 20 mg/ha, las dosis a recomendaciones de asesores agrícolas. La variedad de tomate utilizada fue “Amalia,” procedente del programa de mejoramiento genético del INCA y generalizada en el país.

Se trabajó con plántulas a raíz desnuda y el área de siembra para el trasplante fue en parcelas de 35 m2, con un diseño de bloques al azar con nueve tratamientos y cinco réplicas, siendo la distancia de plantación de 1.40 x 0.30 m. plantación de 1.40 x 0.30 m.

En la fase de floración del cultivo, se escogieron muestras aleatorias por tratamiento para realizar análisis foliares de los macroelementos nitrógeno (método de Nessler), fósforo (técnica de azul de molibdeno) y potasio (método de Maslova).

Finalmente, se realizaron evaluaciones referidas al número de flores y frutos por planta así como el porcentaje de fructificación y, posteriormente, se calculó el rendimiento agrícola (t/ha) y la masa promedio de los frutos (g). También se realizaron análisis bromatológicos de los frutos cosechados en cada tratamiento.

Desempeño nutritivo

Está demostrado que cuando las plantas son inoculadas con microorganismos que estimulen su crecimiento y desarrollo o son tratadas con algún producto bioestimulante, presentan una mayor capacidad para absorber más eficientemente el agua y los nutrientes del suelo, a través del estímulo, provocado en el sistema radical y que se refleja en el estado nutricional de las plantas.

plantas invernadero tomate El resultado obtenido en los análisis foliares de nitrógeno, fósforo y potasio presentes en hojas de plantas de tomate, coinoculadas con Glomus clarum y Azospirillum brasilense, así como asperjadas foliarmente con el producto bioactivo, denota que fue efectiva la combinación de este producto aplicado en diferentes fases del desarrollo del cultivo en plantas coinoculadas y suplementadas su nutrición con 90 kg N/ha.

Por otra parte se pudo comprobar cómo con el uso combinado de los microorganismos más el producto bioactivo se pudo potenciar la acción individual de este último, donde se logra un incremento alrededor del 28% en el contenido de nitrógeno, un 13% en el de fósforo y 12% en el de potasio, con respecto a los tratamientos donde solo se aplicó el producto.

Los contenidos de cada macronutriente se encuentran dentro del rango establecido para el tomate cultivado a campo abierto, estando el contenido de nitrógeno en un rango de 3.0-5.0%, el fósforo entre 0.70-1.30% y el potasio de 2.16-6%.

Los mayores contenidos foliares de cada macronutriente se obtuvieron cuando se combinó la coinoculación con el producto bioactivo.

Este resultado pudiera deberse a las cuatro fracciones que constituyen este producto: hormonal, inorgánica, proteica y húmica, las cuales de manera sinérgica o por separado pueden producir un efecto bioestimulante en las plantas.

La presencia de sustancias húmicas puede ejercer un papel importante, ya que es probable que facilite una mejor absorción de los nutrientes en la planta, debido a que presentan más estructuras carboxílicas capaces de quelatar a los metales, pudiendo influir en la estructura físico-química del protoplasma de las plantas, incrementando la permeabilidad de las membranas vegetales.

Los diferentes momentos de aplicación del producto bioactivo no influyeron en la absorción de nutrientes por las plantas, lo que evidencia que la aplicación exógena de este producto en cualquiera de los dos estadios fisiológicos de las plantas (inicio de la floración y floración-fructificación), resulta adecuado para un normal estado nutricional del cultivo.

El mayor incremento en la absorción de los macroelementos se logró para el nitrógeno (25%), lo que puede deberse a que el producto bioactivo — al ser un derivado del vermicompost — aporta determinadas cantidades de nutrientes a las plantas.

La contribución aminoacídica de este producto S pudiera influir en el balance del nitrógeno en este cultivo, ya que dentro de sus compuestos está el ácido aspártico, el cual es uno de los tres principales aminoácidos relacionados con la formación de otros mediante transaminación, influyendo en la síntesis de proteínas necesarias para la producción de biomasa en la planta.

Si a estos criterios se les suma la influencia de Azospirillum spp en la absorción de nutrientes, se podría explicar la acumulación de compuestos nitrogenados sin existir una aparente fijación biológica del nitrógeno.

Se apreciaron diferencias altamente significativas (p<0.001) entre todos los tratamientos, alcanzándose los mayores valores en aquellos en que se asperjó el producto tanto al inicio de la floración como en floración-fructificación y en aquel donde se realizaron dos aplicaciones, una al inicio de la floración y la otra en floración-fructificación.

Rendimiento

También puede apreciarse cómo la aplicación del producto bioactivo más el suplemento de 90 kg N/ha no difiere estadísticamente del testigo de producción, lo que evidencia cómo la sustitución del 40% del fertilizante nitrogenado puede ser suplido por la aplicación exógena de este producto.

Este resultado pudiera estar relacionado con el aumento de la composición de pigmentos fotosintéticos, haciendo que exista una mayor eficiencia en el proceso de fotosíntesis y por ende en la fijación de CO2, produciendo fotosintatos que mejorarían la conversión metabólica de estos en otras estructuras como aminoácidos y proteínas, y así en el balance general del carbono en la planta.

El resultado obtenido en el rendimiento agrícola puede deberse además, entre otras causas, a que las sustancias húmicas manifiestan una actividad similar a la auxina, activando la bomba de protones a nivel de la membrana plasmática, incrementando así su permeabilidad.

Por otra parte, el hecho de actuar como reguladores del crecimiento, al ser aplicados por vía exógena pudiera regular de manera positiva algunos procesos en la planta relacionados con el balance hormonal endógeno, todo lo cual conlleva a un estímulo en el crecimiento y desarrollo de las plantas.

De acuerdo con los resultados presentados en este trabajo, puede concluirse que la combinación de microorganismos benéficos y productos bioactivos constituye una combinación beneficiosa para el cultivo del tomate, incidiendo estos productos en un adecuado estado nutricional de las plantas, así como propiciando un mayor incremento del rendimiento del cultivo, con una mejor calidad interna de los frutos.

 

Extracto de estudio “Uso combinado de microorganismos benéficos y productos bioactivos como alternativa para la producción de tomate,” orginalmente publicado en Cultivos Tropicales, vol. 26, núm. 3, 2005, pp. 77-81 por el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) La Habana, Cuba.