Mayor rendimiento para el tomate del futuro

Mayor rendimiento para el tomate del futuro

Científicos israelíes del Laboratorio Cold Sprint Harbor (CSHL, por sus siglas en inglés) en colaboración con genetistas de la Universidad Hebrea en Israel, han identificado el gen del tomate impulsor de extraordinarios niveles de rendimiento.

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El poder del gen para estimular el rendimiento, el cual controla la habilidad de la planta de producir flores, se manifiesta en diferentes variedades de tomate, y a través de un rango de condiciones ambientales.

“Este descubrimiento tiene el potencial de impactar significativamente a dos industrias: la industria del tomate con un valor de miles de millones de dólares, al igual que la industria de prácticas agrícolas diseñadas para el manejo de rendimiento en cultivos de flores,” menciona Zach Lippman, profesor asistente de CSHL.
 

Investigación científica

El equipo investigador realizó el descubrimiento mientras buscaban genes que estimulan los niveles de rendimiento de híbridos del tomate, un principio revolucionario de la producción de semillas que incitó la producción de cultivos híbridos de maíz y arroz hace un siglo.
 
El vigor híbrido, conocido como heterosis, es un proceso por el cual al cruzar dos variedades se producen prole híbrida más vigorosa, con rendimientos más altos. Aunque esto fue descubierto hace más de tres décadas, la manera en que trabaja la heterosis se mantenía como un misterio.
 
Para encontrar los genes sobredominantes, el equipo desarrolló una “tomateca” — una colección de 5,000 plantas de tomate, cada cual con una sola mutación de un único gene que causa defectos en varios aspectos del crecimiento del tomate — tales como el tamaño del fruto y el de la hoja.
 
El equipo cruzó cada mutante con su equivalente normal y utilizó híbridos que pudieran mejorar el rendimiento.

Incremento de rendimiento demostrado

Los resultados más dramáticos de este estudio mostraron un incremento de rendimiento de un 60 por ciento. Este híbrido produce mayores rendimientos debido a la proteína florigen. Esta proteína, descubierta en 2005, instruye a la planta sobre cuándo dejar de producir hojas y comenzar a generar flores, las cuales se tornan en frutos (cambio de crecimiento vegetativo a generativo).
 
En plantas como el tomate, la floración es controlada por un delicado balance entre la proteína florigen y otras proteínas relacionadas con el retraso de la floración. La mutación de una sola copia del gen florigen es responsable de que el híbrido produzca más flores en menos tiempo — una clave para mejorar el rendimiento.
 
En adición a mayor rendimiento, los híbridos también presentaron mejor sabor. Las plantas de tomate sólo producen cierta cantidad de azúcar, la cual distribuyen igualmente entre todos sus frutos. Así que mayores rendimientos usualmente resultan en frutos con menor contenido de azúcar. Sin embargo, el gen florigen también incrementa la producción de azúcar de la planta y el contenido de azúcar en los frutos individuales.

Potencial para otros cultivos

Los científicos están explorando si los genes relacionados con florigen en otros cultivos pueden también incrementar su rendimiento. El concepto de que la mutación de una sola copia de un solo gen puede mejorar el rendimiento de plantas tiene implicaciones de amplio espectro en la producción de semillas.
 
“Las plantas mutantes usualmente son descartadas por la noción de que las mutaciones tienen efectos negativos en el crecimiento. Nuestros resultados indican que la producción de mutaciones híbridas podría ser una nueva y poderosa manera de incrementar el rendimiento, no sólo en las plantas de tomate, sino en todos los cultivos,” concluye Lippman.
 
El estudio completo [en inglés] está disponible en: http://www.nature.com/ng/journal/vaop/ncurrent/abs/ng.550.html