Innovación en tomates

Innovación en tomates

Nota del autor: El número de enero de Productores de Hortalizas está dedicado a técnicas o productos innovadores, y en cada uno de los artículos que he escrito para la revista he intentado introducir y explicar nuevas técnicas de cultivo en invernadero que pueden utilizarse para mejorar rendimiento o calidad de fruto. En el presente artículo me enfocaré en dos variedades de tomate nuevas en el mercado de México que podrían satisfacer un nicho de mercado que en la actualidad está infraabastecido en Norteamérica.

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Los productores de tomate en todas partes del mundo buscan nuevas variedades que les ayuden a maximizar su potencial de rendimiento y/o satisfacer un nicho del mercado, el cual consideren que todavía está sin explotar, y los productores de México no son diferentes a cualquier otro productor de tomate de invernadero.

Durante un reciente viaje de negocios a Japón, tuve la oportunidad de conocer dos variedades de tomate que por el momento no se cultivan comercialmente en Norteamérica. Ambas pueden alcanzar el tamaño bola o beef cuando se cultivan bajo un método determinado, o cultivarse para alto contenido en azúcar (Brix alto) si se emplea una técnica diferente. Es más, lo que hace verdaderamente única a una de estas variedades de tomate es su carácter partenocárpico — en otras palabras, esta variedad no requiere polinización, ni por abejorros ni por medios artificiales y por tanto, no tiene semillas. Esta característica elimina las preocupaciones con respecto a la buena polinización y el efecto correspondiente en la forma y calidad del fruto.

Versátil variedad resistente al agrietamiento

Una de las variedades de tomate que tuve la oportunidad de observar, cultivada ampliamente en Japón para obtener frutos de tamaño bola (180 a 220 gramos) o con alto contenido en azúcar, se llama Momotaro (Takii Seeds). Es una variedad rojo-rosada que alcanza un color rojo intenso cuando está completamente madura.

Esta variedad requiere polinización como cualquier otra variedad de tomate. Cuando la variedad es cultivada para producción en invierno, el productor suele plantar en agosto (semana 33 a 35) en sustrato de lana de roca o en bloques de fibra de coco a una densidad de tallos de 2.5 a 2,9 tallos/m2. El productor intenta conseguir un valor de CE en el drenaje entre 2.8 y 3.2 mS y de 3 a 4 frutos por racimo (dependiendo de la cantidad de luz disponible) con el fin de maximizar la calidad y el tamaño de fruto. En otras palabras, las técnicas utilizadas en Japón para cultivar esta variedad en tamaño bola no difieren de aquellas utilizadas normalmente por los productores en México.

Una unidad de medida del dulzor es el Brix. Es un término utilizado para expresar la cantidad aproximada de azúcar en una solución acuosa. Una unidad de Brix es equivalente a 1 gramo de azúcar (sacarosa) en 100 gramos de agua (100 mL). Brix se emplea como el estándar en varios sectores de la industria alimentaria, incluyendo la del tomate, para expresar la cantidad de azúcar o dulzor de un alimento o bebida (principalmente vino).

Cuando esta variedad es cultivada bajo técnicas de alta CE, el tamaño de fruto se reduce a 30-80 gramos/fruto y el productor mantiene 4 frutos por racimo o incluso 3 frutos por racimo en condiciones de baja luminosidad desde la semana 49 a la semana 1. Como pueden imaginarse, una CE alta en el sustrato ejerce una influencia muy estresante y en consecuencia, generativa en el cultivo, lo cual se refleja en las plantas con un diámetro de tallo muy fino, hojas cortas y floración muy alta en la punta de la planta. Los productores que cultivan Momotaro para producción de frutos con alto contenido en azúcar podrían conseguir dos o incluso tres cultivos al año debido al alto estrés ejercido en el cultivo, lo cual resulta en el agotamiento prematuro del cultivo. Típicamente, bajo estas condiciones de producción de frutos con un alto valor de Brix, el rendimiento anual será de 25 a 30 kg/m2, el cual no difiere demasiado del que obtienen muchos productores en México actualmente con el cultivo de tomates tipo bola en invernaderos sin calefacción.

Tomate autopolinizador para baja luminosidad

La segunda variedad de tomate que descubrí en Japón se llama Renaissance (Sakata Seeds) y también es cultivada para frutos de tomate bola o con alto contenido en azúcar. Cuando se cultiva como tomate bola, el tamaño de fruto será típicamente de 180 a 220 gramos y el productor emplea técnicas de cultivo normales. Cuando es cultivado para producción de frutos con Brix alto, tal como se describe anteriormente, el fruto será mucho más pequeño, normalmente de 30 a 80 gramos/ fruto. Pero lo que hace a esta variedad de tomate tan interesante es su carácter partenocárpico y en consecuencia, no requiere polinización para el cuajado de frutos por lo que es posible cultivarla sin la necesidad de emplear abejorros ni sistemas de polinización artificiales.

Esta variedad es, por tanto, autopolinizadora y cuaja bien bajo condiciones de baja luminosidad y condiciones de humedad inferiores a las óptimas, lo cual la hace muy interesante para los productores en México que cultivan en invernaderos sin calefacción durante el invierno, como sus homólogos en Japón.

Al igual que para muchos productores en México, los mayores retos de los productores en Japón durante el invierno son alta humedad y bajas temperaturas en el invernadero sin calefacción durante la noche y temprano por la mañana.

La variedad Renaissance está clasificada como tipo “rosado” debido a su cáscara fina, delicada y transparente. Sin embargo, en estado de maduración completa alcanza un color rojo intenso.

Los productores que cultivan Renaissance para obtener frutos con alto contenido en azúcar suelen mantener de 6 a 7 frutos por racimo en primavera y verano (condiciones de alta luminosidad) y de 3 a 4 frutos por racimo en temporadas con baja luminosidad. Los productores en Japón son altamente conscientes de los efectos de la baja luminosidad en el equilibrio de la planta y la carga de frutos que puede mantenerse en las plantas durante el invierno [consultar artículo “Cultivo a media luz” en el numero de octubre de 2010 de Productores de Hortalizas, pgs.37-40].

Lecciones aprendidas

Cuando Momotaro y Renaissance son cultivados para producción de frutos con alto contenido en azúcar mediante la utilización de altos niveles de CE en el drenaje, sus frutos registran valores Brix entre 8 y 11 (o más) de manera consistente, aunque como era de esperar, el tamaño de fruto se ve reducido significativamente. A efectos de comparación, una variedad normal tipo bola suele registrar Brix de 2 a 5.

Otro aspecto muy interesante que aprendí durante mis visitas a Japón fue que los productores no injertan sus tomates en patrones vigorosos con alta resistencia a enfermedades. Si así lo hicieran, seguramente conseguirían plantas más vigorosas que podrían tolerar condiciones de alta CE en el sustrato y desarrollarse mejor en las condiciones de baja luminosidad propias de los meses de invierno. La ventaja para los productores en Japón de injertar las plantas en sus cultivos de Momotaro o Renaissance sería la obtención de una planta fuerte y más productiva.

Opino que es importante que los productores de México consideren variedades de tomate nuevas e innovadoras. Cultivar una selección de variedades de tomate diferentes cuyos frutos alcancen distintos grados en la escala Brix, les ayudaría a penetrar en mercados nuevos o inexplorados.

Para más información sobre este artículo escriban a Douglas Marlow, presidente de DHM Horticultural Consulting, a [email protected].