Respuesta de cultivos a Brasinoesteroides

Una prioridad de la agricultura moderna es encontrar alternativas respetuosas con el medioambiente que alcancen a aumentar los rendimientos, dejando de lado el uso indiscriminado de fertilizantes y sustancias químicas.

Foto cortesía de iStockphoto.

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En esta linea, algunos investigadores han destacado que los brasinoesteroides (BR) están directamente involucrados en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Asi, en los años ‘70 reportaron que cierto extracto lipoidal obtenido del polen del nabo (Brassica napus) mostraba una sorprendente actividad estimuladora en la elongación de entrenudos en plántulas de frijol.

Biosíntesis de brasinoesteroides

Los brasinoesteroides son hormonas esteroidales de las plantas, esenciales para el crecimiento y desarrollo de las mismas. El componente más activo y más importante de este grupo de sustancias se denomina brasinólida. Según estudios conducidos, los BR activan a muy bajas concentraciones los procesos metabólicos y el crecimiento vegetal, considerándose reguladores de crecimiento de las plantas.

Los BR se caracterizan por estimular el crecimiento vegetal en presencia de auxinas y citocininas. Éstas inducen el alargamiento y la división celular, aumentan el rendimiento de la producción de biomasa y aceleran la maduración de frutos, junto con las hormonas clásicas: auxinas, giberelinas, citocininas, ácido abscísico y el etileno.

Estos reguladores se han encontrado principalmente en polen, hojas, yemas, flores y semillas en proporciones y formas diferentes.

Respuesta en efectos fisiológicos

La introducción del uso de estimulantes vegetales en la práctica ha contribuido a una mejor comprensión de la calidad funcional de los tejidos y las plantas.

La utilización de éstos en la agricultura moderna gana terreno de manera creciente, teniendo en cuenta sus características de hormonas antiestrés y su efecto intensificador del crecimiento, desarrollo y fructificación — a partir de dosis muy reducidas — haciéndolos compatibles con los objetivos actuales de la agricultura moderna.

Los brasinoesteroides pueden ser utilizados en la agricultura tanto como estimuladores del rendimiento de los cultivos como agentes antiestresantes. Destacan por ser sustancias capaces de incrementar la tolerancia de las plantas ante determinados tipos de estrés, tanto biótico como abiótico, lo cual provoca que éstas sean fácilmente resistentes a condiciones desfavorables.

Adicionalmente, los BR fortalecen la resistencia de las plantas a plagas así como a salinidad, sequía, cambios bruscos de temperatura o nutrientes, así como a agentes químicos agresivos. El incremento en la resistencia a la infección patogénica por los brasinoesteroides ha sido documentado por más de dos décadas. En los años ‘90 un grupo de investigadores infestaron artificialmente tubérculos de papa con Phytopthora infestan o Fusarium sufiricum y descubrieron que los tubérculos tratados mostraban una resistencia superior a los fitopatógenos en comparación con el testigo y además formaban más sustancias protectoras en respuesta a la infección.

Se ha demostrado que los brasinoesteroides activan la expresión de genes que normalmente se expresan solamente durante la adición de auxinas. Estas evidencias demuestran que los brasinoesteroides actúan directamente o en conjunto con las auxinas; además, pueden estar sensibilizando a las células de alguna manera a la acción de éstas.

Sin embargo, el éxito de las aplicaciones exógenas de estos compuestos en condiciones de campo radica en la formulación empleada, la selección de la dosis, el modo de aplicación y el momento o fase de cada cultivo. Asimismo deben tenerse en cuenta las condiciones edafoclimáticas en que dichos cultivos se desarrollan.

En México, se ha estudiado el efecto de algunos brasinoesteroides, observándose también el aumento del rendimiento en diversas plantas tales como frijol ayacote (Phaseolus coccineus L.) e híbridos de maíz.