Resumen infográfico de la fuerza tomatera de México

Solanum lycopersicum (o Lycopersicum esculentum) es una planta originaria de México o Centroamérica, un cultivo sumamente importante en el país por su naturaleza económica y social. Se produce en casi toda la geografía mexicana y es base de la alimentación en diversas formas, tales como salsas, fresco, cátsup, deshidratado y muchas más. Se ha cultivado por cientos de años y se puede decir que es un aporte de México a la humanidad. México ocupó el noveno lugar con 3.5 millones de toneladas en 2012.

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El cultivo se planta en distintas modalidades en nuestro país: desde la simple agricultura de subsistencia en las regiones del sur hasta la más avanzada en las regiones del Pacífico y Norte de México en donde la tecnología es realmente desarrollada logrando producciones notables que en algunos casos superan las 400 toneladas por hectárea.

La producción demanda terrenos fértiles, irrigación, el uso de semillas de alto valor, fertilización, cuidados en los aspectos de nutrición vegetal y labores fitosanitarias, cosecha minuciosa y un proceso complejo de selección de cosechas, empaque y transporte. Desde hace muchos años, las producciones más importantes en lo que a calidad y cantidad se refiere, se han realizado en el Pacífico y Baja California, aunque en la actualidad y con el advenimiento de nuevas tecnologías como uso de plásticos, mallas de protección e invernaderos, ya es posible producir en otras regiones con calidades y cantidades bastante similares.

El tomate es una fuente importante de divisas. Su exportación se realiza principalmente para el mercado estadounidense vía carreteras y transportes refrigerados hacia las fronteras. En 2016, se exportaron más de $1,600 millones de dólares de tomates y es la segunda fuente de productos agrícolas de México, solo superado por las exportaciones de aguacate.

La superficie plantada total ha permanecido estable durante los últimos cinco años con altibajos debidos al clima y a las condiciones económicas para la exportación. No obstante, la producción en toneladas totales se ha incrementado de manera notable debido al uso de nuevas tecnologías y métodos de cultivo y preservación. Destacan Sinaloa, Baja California y Sonora como los estados más productivos, aunque hay regiones en Jalisco, San Luis Potosí y Baja California Sur que también se destacan por el uso de alta tecnología.

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Tomate es uno de los cultivos objetivo para la industria de agroquímicos en México. El uso de diversos tipos de productos, desde nematicidas, fumigantes de suelo, herbicidas, insecticidas, fungicidas y productos de nutrición vegetal especializada, es muy intenso. Durante estos últimos tiempos se está desarrollando una corriente de producción que pretende usar menos agroquímicos y emplear otros medios de control más naturales.

Es difícil determinar el grado de éxito de estas últimas medidas; lo cierto es que existe la consciencia para reducir la aplicación de químicos y existen ahora legislaciones más estrictas que son aplicadas para reducir los niveles y elevar la inocuidad de las exportaciones de tomate.

 

Paralelamente, la industria de agroquímicos ha desarrollado fungicidas e insecticidas novedosos que pueden emplearse para controlar las plagas con muchas ventajas sobre productos convencionales tales como: reducciones importantes en la cantidad de ingrediente activo, alta efectividad, amplitud de los espectros, baja toxicidad al hombre e impacto reducido al medio ambiente, incluyendo abejas y polinizadores. Las principales empresas de investigación, han introducido varios productos así en estos últimos tres años: Cyazypyr, Ciantraniliprol, Isoclast y Flupiradyfurone.

No obstante, el uso de insecticidas como el Imidacloprid es muy intenso, así como ingredientes activos con muchos años en el mercado como Thiametoxam y Dinotefuran, neonicotinoides de primera y segunda generación. Paralelamente el uso de Clorpirifos, Piretroides y mezclas con organofosforados, se ha vuelto muy común entre agricultores de mediana a baja tecnologías. En los fumigantes prevalece el uso de Metam Sodio ante la ausencia del Bromuro de Metilo del mercado.

Los problemas biológicos más importantes en la actualidad son: Complejo de enfermedades del suelo para los trasplantes, algunas malezas problemáticas como Zacate Johnson y Corocillo, Insectos chupadores muy importantes como: Mosca Blanca, Trips y Paratrioza. Recientemente se ha incrementado la incidencia de ácaros, aunque en regiones muy localizadas.

En cuanto a las enfermedades, se dedican recursos y tiempo a los Tizones, tanto Temprano como Tardío, aunque en menor medida que en el pasado, por cambios de clima, y a múltiples dificultades con Cenicillas y Botrytis.

El tomate va a continuar siendo un cultivo referente de uso intensivo de agroquímicos. Posiblemente los patrones de uso cambiarán en el futuro mediano merced al uso de invernaderos cerrados y al cambio de condiciones de cultivo. Las empresas de agroquímicos deberán identificar tales patrones para adaptarlos a la nueva tecnología que poco a poco se está desarrollando en todo el país.