Recorrido a un huerto urbano

tending urban farms

En términos generales, la horticultura consiste en unos pocos pasos relativamente simples — sembrar, cuidar la semilla hasta que se convierta en planta, asegurarse de que la planta reciba la cantidad de luz solar adecuada, aplicar agua y nutrientes, y finalmente cosechar. De simplicidad aparente, este conjunto de pasos básicos puede transformarse en una amplia variedad de prácticas de producción complejas que en definitiva, tienen poco o nada que ver entre sí. Desde el uso de residuos de pescado para labranza a cultivar plantas verticalmente en una pared, o incluso suspendidas en el aire – las posibilidades son variadas e ilimitadas.

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En este reportaje nos enfocamos en la urbicultura, es decir, la práctica de cultivar y distribuir alimentos en un entorno urbano. Aunque a primera vista no parece muy diferente del cultivo en un entorno rural, aparte de la ubicación, al profundizar en la investigación, se hace aparente que excepto por unas cuantas similitudes básicas, la agricultura urbana es un caso aparte.

Granja-escuela en la ciudad
Productores de Hortalizas tuvo el placer de visitar la finca urbana Buckeye-Woodland Learning Urban Farm el pasado julio en la ciudad de Cleveland, Ohio (EUA), y de hacer un recorrido a la operación y entrevistar a su gerente, Julia Ferguson, sobre su experiencia en el lugar. Buckeye Learning Farm forma parte del programa Green Corps, que apoya una red de seis granjas-escuela incluyendo Buckeye, y ofrece programas de trabajo/capacitación para estudiantes de la ciudad.

Además del educacional, el propósito de Buckeye Learning Farm es en gran parte satisfacer la demanda del consumidor por productos frescos, cultivados localmente. Con respecto a esta demanda local, Ferguson comenta que ella tiene un puesto en su granja en el que vende sus frutas y hortalizas cada semana y que hay mercados diarios en las operaciones de Green Corps. “Uno de los objetivos principales del programa de Green Corps es incrementar el acceso y la disponibilidad de alimentos frescos, particularmente alimentos orgánicos en el barrio donde se ubican las fincas, la mayor parte de los cuales habían sido catalogados como baldíos.”

 

Agricultura urbana frente a rural
Como mencionamos anteriormente existen muchas diferencias importantes entre la producción en un ambiente urbano frente a uno rural. Uno de los retos principales a los que se enfrentan los productores en la ciudad es la incertidumbre sobre la calidad del suelo en el que cultivan. Ferguson menciona que “cuando trabajamos en entornos urbanos nos encontramos con un montón de factores que los productores rurales no van a encontrar, como niveles de toxicidad por plomo y metales pesados en el suelo.”

Además, todos sabemos que hay diferencias entre la calidad del aire limpio y fresco del campo frente al aire más pesado y contaminado de las ciudades. A este respecto, Ferguson menciona que la calidad del aire es otra preocupación en la producción, y afirma que al igual que los agentes contaminantes afectan a la respiración de las personas, también afectan a la capacidad de las plantas para producir oxigeno y realizar la fotosíntesis.

Con la proliferación de granjas urbanas, es muy posible que el terreno de cultivo hubiera sido utilizado para diferentes propósitos en el pasado, antes de acondicionarse para servir su función agrícola actual. Por esta razón, no es raro encontrar chatarra, escombros y otros residuos industriales esparcidos por el terreno, lo cual requiere una labor de limpieza rigurosa y diligente para garantizar seguridad y un ambiente de
cultivo adecuado.

Sobre este tema, Ferguson apunta que el terreno en el que cultiva en la actualidad estuvo abandonado durante años, pero cuando comenzaron a excavar, encontraron muchos escombros de casas construidas en la propiedad en el pasado. “El primer año nos dedicamos a desenterrar rocas y escombros, virutas de madera y cosas por el estilo. Esto forma parte del duro trabajo necesario para poder formar las camas de cultivo y convertir el terreno en un suelo cultivable. Prácticamente todas las parcelas en las que se ubica la finca están sobre antiguos terrenos de edificios residenciales o comerciales, así que recogemos un montón de escorias.”

Presentación fotográfica del recorrido:

Recorrido a un huerto urbano

Recorrido a un huerto urbano

Con respecto a las diferencias entre plagas y enfermedades en ambos ambientes, Ferguson comenta que en su operación nunca han tenido problemas con animales grandes, tales como venados, devorando sus cultivos, y que tampoco han sufrido los efectos de una única plaga que haya devastado todos sus cultivos ya que el entorno de producción es más pequeño y diverso.

Aparte de las diferencias cuantitativas, las plagas y enfermedades que sobrevienen son las mismas que en cualquier granja, ya sea rural o urbana, entre las cuales Ferguson menciona picudos, escarabajos del pepino y marchitez bacteriana entre otras.

La comunidad es otro aspecto importante de la agricultura urbana, y de hecho es vital, dado que muchas operaciones están ubicadas en medio de urbanizaciones establecidas. Parte del éxito de una agrícola urbana depende del grado de aceptación de la comunidad. El apoyo y participación de la comunidad circundante incrementa la capacidad de prosperar de la granja y solidifica la unión entre los individuos y la operación agrícola, y puede determinar la dirección de proyectos futuros.

 

Prácticas de producción
La operación Buckeye cuenta poco más de una hectárea con 30 mil metros cuadrados cultivados. La operación tiene dos macrotúneles (uno para trasplantes y otro para cultivos), un pequeño huerto de frutales, arbustos de frutillas y una amplia gama de cultivos de hortalizas incluyendo berzas, acelgas, cebollas, zanahorias, brócoli, betabel, calabacitas, ajos y varios tipos de chiles y tomates. 

Los macrotúneles se instalaron con la idea de producir a lo largo de los fríos meses de invierno, pero tuvieron que realizar pruebas y considerar opciones en cuanto a la regulación de la temperatura en el interior de las estructuras debido a las inclemencias meteorológicas propias del norte-noreste de Estados Unidos.

Actualmente experimentan con opciones para mantener la temperatura en los túneles y Ferguson menciona que después de probar cubiertas de polietileno de capa sencilla y doble, se percató de que la doble capa mantenía temperaturas más homogéneas sin sufrir las subidas y bajadas experimentadas con una sola capa. A pesar de las dificultades propias de los meses más fríos, Ferguson asegura que la malla de Agribon que usa para cubrir las camas de cultivo a cielo abierto ha sido vital para alargar la temporada de producción en aquellos cultivos que toleran climas más fríos.

En esta operación practican la rotación de cultivos cada año y en dichas rotaciones tratan de incluir tanta variedad de cultivos como sea posible. Por ejemplo, Ferguson menciona que suele plantar zanahorias al lado de berzas, coles cerca de acelgas, cebollas cerca de betabeles, y así sucesivamente, para sacar partido a los beneficios que ofrecen las relaciones alelopáticas de estos cultivos. “Si se planta albahaca cerca de los tomates, mejora el sabor y color de los frutos y los protege frente al gusano del cuerno. 

Las cebollas previenen la infestación de mosca de la roya en zanahorias, y estas a su vez disuaden algunas plagas de la cebolla,” explica. El conocimiento de estas relaciones benéficas es clave en cualquier agrícola, pero quizás más en una urbana, si consideramos la diversidad de plantas que pueden cultivarse en un único espacio.

Metas flexibles
Aunque los años trabajando en la granja le han enseñado mucho, Ferguson opina que su trayectoria en agricultura urbana no ha hecho más que comenzar y que todavía le queda mucho que aprender.

“Uno de los aspectos más apasionantes de la agricultura urbana en general es que no hay una ruta determinada. No existe el ‘tienes que hacer esto de esta manera;’ no hay pautas, se presta a diferentes interpretaciones y se puede ser muy creativo, muy natural.”

Todo lo que ocurre en la granja es una experiencia instructiva. La historia de Ferguson en The Buckeye Learning Farm es solamente un ejemplo de operación agrícola urbana entre muchas. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), actualmente el 15% de los alimentos en el mundo se produce en operaciones urbanas. A medida que la población mundial continúa creciendo y persiste el hambre en las zonas urbanas, este sistema de agricultura representa una oportunidad válida para proporcionar al público el acceso a alimentos frescos, sanos y potencialmente económicos.

En agricultura urbana, las posibilidades son ilimitadas. Como en todos los países hay superficies urbanas, no existen barreras de ubicación. Si usted está pensando en emprender su propia agrícola asegúrese de investigar las opciones primero, de manera que elija el mejor terreno para su operación, y visite otras granjas urbanas para ver lo que ya se está haciendo en su comunidad.

Alexander es Editora de Contenido de la revista Productores de Hortalizas, Meister Media Worldwide. Puede seguirla vía Twitter: Twitter