Manejo de Pudrición rosa en 4 pasos

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La siembra del cultivo de cebolla es de gran importancia en México, debido a su alto consumo. La producción y calidad se ven afectadas por patógenos que atacan al follaje, o a las raíces.

Dentro de los principales problemas patológicos se encuentra la Pudrición rosa de las raíces, causada por el hongo del suelo Pyrenochaeta terrestris, el cual ha sido reportado en ajo también.

Es importante su detección temprana para tomar medidas oportunas de control y evitar pérdidas. Este patógeno se ha detectado en plantaciones comerciales del noroeste de México y su control es necesario para obtener cebollas de calidad.

Síntomas de la enfermedad

Esta enfermedad se reconoce al observar las raíces de un color rosa oscuro o marrón. Las raíces infectadas se colapsan y posteriormente se tornan de color café rojizo y mueren. El efecto en la parte aérea son hojas necróticas y bajo desarrollo de las plantas.

En contraste, las raíces sanas son de colores blancos, y cilíndricas. Una de las características de campo es que al sacar el bulbo se rompe fácilmente. Las plantas con ataque severo del patógeno son achaparradas, presentan un alto grado de raíces infectadas, se desprenden fácilmente del suelo y no producen calidad de bulbos. Cuando la enfermedad es moderada, se presenta una secazón de las puntas, tornándose de color amarillo-blanco o amarillo rojizo.

Esta enfermedad se empieza a observar al inicio de formación de bulbos. Al principio, este patógeno aparece en manchones en el campo donde el suelo es más pobre (falta de materia orgánica) o más seco.

 

La enfermedad se ha observado muy frecuente en todas las áreas productoras de México, tanto a niveles de huertos familiares como en escala comercial.

Ciclo de la enfermedad

El hongo Pyrenochaeta terrestris es considerado un habitante natural del suelo, en el cual puede sobrevivir y multiplicarse indefinidamente. Es considerado un hongo débil que ataca a las raíces de plantas que están en estrés o que han sido dañadas previamente (p.ej. ataque de nemátodos).

El hongo germina y produce micelio que penetra a las raíces y crece dentro de los tejidos y puede desarrollarse a los mismos niveles de humedad que requieren las cebollas.

La temperatura óptima para la infección es de 26 °C. Las mayores pérdidas en rendimiento se han observado con altas temperaturas y condiciones de suelos pobres. La diseminación del hongo es por bulbos infectados, por movimiento de suelo, maquinaria y por riego.

Manejo y control de la enfermedad

Rotación de cultivos. Es recomendable rotar con cultivos diferentes completamente, entre los cuales se sugiere zanahoria, lechuga, apio, y remolacha. Por el contrario, cereales, zacates, rábano y espinacas no son recomendables, dado que el patógeno puede infectar sus raíces.

Fertilización adecuada, humedad y control de plagas para promover un crecimiento vigoroso, ya que una planta sana tolera la enfermedad produciendo raíces abundantes.

Variedades resistentes. Las compañías productoras de semilla obtienen materiales con tolerancia o resistencia, lo cual es indicado en la etiqueta.

Control biológico. Aplicación de materia orgánica y organismos antagónicos al hongo como Trichoderma spp. La fumigación del suelo no es económicamente factible, y el uso de fungicidas debe ser estudiado.