Manejo de plantas jóvenes

Manejo de plantas jóvenes

 

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Los productores suelen recibir las plantas del propagador e iniciar la plantación en el sustrato entre mitad de julio y mitad de agosto. Este es un periodo crítico en el desarrollo de la planta, ya que el productor tiene entonces la mejor oportunidad de orientar la planta en una dirección generativa (flores y frutos) en vez de permitir que se vuelva demasiado frondosa y vegetativa (hojas, tallos y raíces), lo cual tendría un impacto negativo en el ritmo de crecimiento y desarrollo de flores de buena calidad.

Los productores suelen adquirir plántulas del propagador entre 28, 30 y 35 días de edad para plantar en sus invernaderos. Las plantas podrían estar injertadas en portainjertos, o tener sus propias raíces; y llegar o no en un cubo de fibra de coco o de lana de roca. Estas diferencias tienen un efecto significativo en la forma en que las plantas deben ser tratadas después de llegar al invernadero y sobre cómo deben ser plantadas en el sustrato, y cada productor tiene sus propias razones para aplicar dichas diferencias.

Configuración del sustrato

Este autor ha escrito varios artículos relacionados con la configuración del sustrato y el volumen de enraizado. La forma, o configuración, del sustrato afecta significativamente al movimiento del agua en el interior de la bolsa; no sólo lateralmente sino verticalmente.

La mejor configuración para un sustrato hidropónico es de aproximadamente 1 m de longitud, no más de 20 cm de anchura y no más de 12 cm de altura. La altura adecuada de la columna depende del tipo de sustrato (p.ej. fibra de coco o lana de roca). En otras palabras, una bolsa en forma de “salchicha” crea una distribución de agua más uniforme a través del sustrato que una bolsa alta (de 25 a 30 cm) y cilíndrica.

El agua se mueve desde la cima del sustrato, sin importar la altura, hacia el fondo del sustrato como resultado de la fuerza de la gravedad. Cuanta más alta sea la columna del sustrato, mayor será el efecto de la gravedad, más difícil será manejar el contenido de agua en el sustrato y mayor será la variabilidad en contenido de agua desde la cima de la bolsa al fondo.

La altura de la columna y la fuerza de la gravedad actuando sobre el agua, tienen un efecto significativo en el volumen de irrigación y en la frecuencia de irrigación que el productor puede utilizar para orientar el cultivo.

Sin importar cuánto haya crecido la planta, el propagador trabaja arduamente para asegurarse de que las plantas son fuertes, sanas y libres de plagas y enfermedades. El productor debe hacer su tarea para asegurarse de no menoscabar el buen trabajo realizado por el propagador.

Disposición de las plantas

Cuando las plantas llegan al invernadero, deben ser espaciadas de manera que no se toquen. Esto prevendrá el que se alarguen, volviéndose débiles y delgadas.

Si la planta es muy joven y no tiene botones florales visibles, el productor debe ubicar la planta (se recomienda que el propagador entregue las plantas en cubos de 10 cm x 10 cm con fibra de coco o lana de roca) próxima al hoyo de plantación en la bolsa tipo “salchicha” hasta que los primeros botones florales sean visibles Esto es particularmente importante cuando se trabaja con plantas de tomate injertadas, las cuales tienden a ser fuertes y vegetativas.

Si las plantas injertadas no son empujadas en una dirección generativa cuando éstas son jóvenes, la naturaleza vegetativa de la planta hará muy difícil manejar el cultivo a medida que las plantas crecen, por lo que la calidad de las primeras flores, y en consecuencia del primer fruto, será deficiente.

Cuando las plantas llegan al invernadero, procedentes del propagador en cubos de sustrato, deben ubicarse próximas al su hoyo de plantación permanente; sin permitir que hagan contacto con el sustrato, retirar el gancho del gotero de la bolsa de sustrato y colocarlo en el cubo de la planta joven.

En este punto, el productor debe orientar a las plantas en dirección generativa, pero si introduce la planta en el sustrato cuando ésta es demasiado joven, particularmente si se trata de una planta injertada, la planta permanecerá en estado vegetativo, se desarrollará demasiado y no será una planta generativa.

Cubo de propagación

Si el productor ha elegido no usar un cubo de fibra de coco ni lana de roca para la propagación, se verá forzado a poner la planta directamente en el sustrato. Esto significa que el productor no tendrá la oportunidad de orientar a la planta, especialmente si es una planta injertada, en una dirección generativa y con el ritmo necesario para una floración y cuaje de frutos tempranos.

El cubo de propagación no debe verse como costo, sino como inversión en el desarrollo temprano y velocidad de floración adecuados, desarrollo de flores y frutos de buena calidad.

Primeras sesiones de riego

El objetivo en esta etapa de producción, cuando empleamos fibra de coco o lana de roca como sustrato, es permitir que aumente la CE en el cubo hasta 4.0 -5.0 mS (plantas injertadas) con el fin de orientar a la planta en la dirección generativa. Deben aplicarse sesiones de riego de 100-120 mL y programar dichas sesiones de manera que el contenido de agua en el cubo no baje del 50%. Si la CE sube por encima del valor objetivo, debe aplicarse un gran volumen de agua (140-150 mL) al cubo durante varias sesiones de riego y luego regresar al volumen normal. No debe permitirse que el cubo de sustrato de coco o lana de roca contenga menos del 50% de agua.

Cuando las plantas llegan al invernadero, deben ser espaciadas de manera que no se toquen entre sí. Esto prevendrá el que se alarguen, volviéndose débiles y delgadas.

El propósito de este importante procedimiento previo al trasplante es crear una planta generativa. En consecuencia, el productor deberá esperar hasta que el primer racimo sea visible en las plantas antes de permitir que éstas se enraícen en el sustrato.

El momento de empapar el sustrato con agua es una fuente de polémica constante entre productores y consultores. Si la bolsa se llena de agua justo antes de la llegada de las plantas jóvenes y las plantas permanecen al lado de la zona de plantación de 7 a 10 días, el agua en el sustrato se calienta demasiado. En consecuencia, cuando la temperatura diaria sea cálida, es mejor empapar el sustrato durante la noche, cuando las plantas jóvenes sean menos activas.

Retirar los goteros del cubo donde está la planta y regar el sustrato con agua de CE (2.5-2.8 mS) recomendado y pH ajustado de acuerdo al tamaño del área-válvula manejable. Esto significa empapar el sustrato por la noche en una sección del área-válvula que pueda plantarse fácilmente al día siguiente. A continuación debe repetirse este procedimiento para cada sección del área-válvula.

El productor no debe practicar orificios de drenaje en la bolsa “salchicha” hasta al menos el día siguiente a introducir la planta joven en el sustrato. Esto asegura que las raíces desarrolladas fuera del fondo del cubo de propagación tengan acceso a agua suficiente en la cima del sustrato y prevendrá que el sustrato absorba el agua fuera del cubo de propagación y deje a las raíces sin acceso al agua. Las raíces comenzaran a penetrar en el sustrato en un par de días.

A medida que las plantas jóvenes son introducidas en el hoyo de plantación del sustrato, debe devolverse el gotero al cubo de propagación. La frecuencia de las sesiones de riego puede reducirse, ya que ahora las plantas van a tener acceso al agua del sustrato.

No deben preocuparse de que el agua fluya hacia afuera de las bolsas; las raíces no se pudrirán. Tenga por seguro que los cubos no se van a resecar por acción del sustrato absorbiendo el agua del cubo.

Uno o dos días después de haber puesto el cubo con la planta en el hoyo de plantación, pueden practicarse orificios de drenaje en el extremo inferior de la bolsa para permitir que escape el exceso de agua.

Conclusiones

En muchos invernaderos los productores no tienen demasiadas herramientas, tales como sistemas de calefacción, a su disposición para orientar el cultivo en las etapas tempranas de su crecimiento y desarrollo. Por lo tanto, es esencial que aprendan a controlar el crecimiento de la planta utilizando la configuración de sustrato adecuada, adquiriendo sus plantas en cubos de propagación y desarrollando una buena estrategia de plantación e irrigación que les ayude a orientar a la planta para crecimiento, velocidad, desarrollo de flores y calidad de frutos óptimos.

El autor, Douglas Marlow, presidente de DHM Horticultural Consulting, cuenta con amplia experiencia en invernaderos en Canadá, Estados Unidos, México y otras regiones de Latinoamérica.