Guía de plagas de chiles y pimientos [Parte 1/2]

chile poblano en gtoA nivel mundial México es el segundo país productor de chiles y tercero en producción de pimientos. Ambos mercados objetivos demandan que el fruto cumpla con una serie de factores de calidad que sólo pueden ser obtenidos según el manejo apropiado de plagas y enfermedades, sea el cultivo producido en campo abierto o en estructuras protegidas.

A fin de manejar apropiadamente el cultivo es recomendable utilizar un programa integrado que incorpore prácticas culturales orientadas a romper los ciclos de vida de los patógenos, así como la resistencia a las enfermedades, y el control químico cuando sea factible. Este enfoque integrado debe estar basado en la prevención primero y en el manejo después.

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El manejo integrado de plagas (MIP) permite el acceso a mercados de exportación que exigen calidad fitosanitaria, incluyendo estrategias de control biológico, químico, cultural y mecánico. Para adoptarlas es indispensable el conocimiento de especies dañinas de importancia económica en cada zona. En un programa integrado el productor deberá de dar tratamientos adecuados según el ciclo de vida de la plaga, al igual que implementar un programa de nutrición según las necesidades del cultivo y el perfil de su suelo y agua
de riego.

Teniendo en cuenta la importancia de este cultivo para el país, y sus necesidades de producción les presentamos esta quinta edición de la “Guía de identificación y manejo,” dedicada a plagas y enfermedades de chiles y pimientos. Esperamos que esta guía orientativa les sirva como herramienta práctica para la identificación de plagas y enfermedades, selección de variedades resistentes y opciones en cuanto a tratamientos preventivos y curativos disponibles.

Utilicen esta guía orientativa como herramienta práctica para identificación de plagas y enfermedades, selección de variedades resistentes y opciones en cuanto a tratamientos preventivos y curativos disponibles.

No duden en consultar a nuestro directorio de agroproveedores si desean más información de los productores que aparecen en esta guía: Hortalizas.com/directorio.

 

arana roja

Araña roja. foto por David Cappaert

Araña roja:

Tetranychus urticae,
Tetranychus cinnabarinus

Descripción: El adulto posee ocho patas y es casi microscópico, pues solamente mide de 0.3 a 0.5 milímetros de largo. La hembra, de forma oval, tiene un color que va del amarillento al verde, con dos o cuatro manchas dorsales oscuras. El macho, que es más activo, tiene el cuerpo más angosto y el abdomen más apuntado. Los huevecillos son esféricos, diminutos y transparentes al principio de ser depositados. Luego adoptan gradualmente un color amarillento-verdoso. La larva tiene seis patas y no es mucho más grande que el huevecillo. No tiene color con excepción de los ojos carmín. Durante las dos etapas de ninfa es de color gris pálido, de forma oval y de ocho patas. El par de manchas oscuras es visible ya en esta etapa de desarrollo.

Síntomas y daño al cultivo: Los ácaros de araña roja penetran la epidermis y extraen la savia del envés de las hojas. El follaje infestado adopta pronto un aspecto blancuzco o bronceado. Las hojas ligeramente infestadas muestran manchas o erupciones pálidas transparentes; cuando éstas son gravemente infestadas se tornan completamente pálidas y se secan. El envés de las hojas se ve recubierto de tejido sedoso sobre el cual los ácaros se arrastran. Las hojas infestadas pueden estar recubiertas de estas telarañas. Una revisión minuciosa revela a los ácaros adultos en las hojas, aunque son las larvas quienes inician los daños.

Monitoreo y búsqueda: Los ácaros se distribuyen por el campo de dos maneras: migración de hembras, que forma una zona de ligera a abundante, y transporte natural o mecánico de ácaros mediante viento, mamíferos o el hombre. Por tanto, los puntos problemáticos deben investigarse en la salida, y no a la entrada del campo. El desarrollo de adultos es más rápido durante la temporada cálida y seca.

Manejo: Una forma de control es destruir las malezas alrededor del campo tras la cosecha o antes de la resiembra. No es aconsejable la destrucción de las malezas colindantes durante la temporada de cultivo, ya que esto obliga a los ácaros a emigrar al campo. Seleccionar variedades de semillas con resistencia a la araña roja.

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Áfido verde. Foto por Jim Baker, NCSU

Áfidos y pulgones:

A. gossypii, A. solani,
M. euphorbiae, M. persicae

 • Descripción: Insectos de cuerpos flexibles en forma de pera, con o sin alas, y protuberancias en abdomen. Algunas especies presentan reproducción vivípara sin apareamiento. Aphis gossypii o áfido del melón, mide alrededor de 2 mm de largo en estado adulto, y posee color verde pálido en temporada cálida y seca, y rosado en temporadas más frescas. Macrosiphum euphorbiae o áfido de la papa, mide entre 2.5 y 3.5 mm de largo y su color varía entre rosa, rosa-verde moteado, y verde claro con una raya oscura. Myzus persicae o áfido verde, es una de las especies de áfidos más comunes en chiles. Su tamaño oscila entre 1.6 y 2.4 mm y es de color amarillo pálido a verde.

Síntomas y daño al cultivo: También conocidos como piojos de planta, los áfidos pueden atacar a cualquier hortaliza. Se alimentan punzando las hojas y succionando la savia. Como resultado, las hojas se enrollan hacia abajo y se arrugan; prosigue el marchitamiento y la decoloración de la hoja. El daño es más frecuente en las hojas jóvenes del centro de la planta. Su acción ocasiona la reducción de la calidad y de la cantidad de fruta. Las plantas gravemente infestadas se vuelven de color café y mueren. Los áfidos tienden a extenderse rápidamente de un campo a otro transmitiendo una variedad de enfermedades virales entre las que se incluyen varios tipos de mosaico.

Monitoreo y búsqueda: Se pueden usar trampas amarillas en la base del tallo y trampas horizontales. Típicamente los áfidos se congregan en el envés de la hoja y en los brotes apicales. La mielecilla secretada por los áfidos vuelve a las plantas pegajosas y favorece el desarrollo de un moho negro en el follaje.

Manejo: Existen varios enemigos naturales, depredadores o parasitoides, para el control de estos pulgones, y también se pueden controlar con prácticas culturales y aplicaciones de insecticidas. Se debe sembrar en suelo bien preparado y fértil para obtener un cultivo vigoroso con mayor capacidad para tolerar los ataques de áfidos, y evitar la siembra en campos preinfestados o en suelos cercanos a campos infestados.

Barrenillo/Picudo

Anthonomus eugenii

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Barrenillo del chile. foto por Juliana Cardona-Duque

Descripción: El Barrenillo del chile adulto, también conocido como Picudo o Gorgojo del chile, tiene cuerpo ovalado, negro lustroso, con pelos ralos de color canela a gris, y mide unos 3 mm. Las larvas son blancas con cabeza color café. Los huevos son depositados en orificios de capullos y brotes de la planta o en la base de los chiles inmaduros. Ataca a toda clase de chiles y pimientos y predomina en México y en el suroeste de EUA.

Síntomas y daño al cultivo: Tanto los adultos como las larvas pueden causar importantes daños al cultivo. Las hembras adultas inician la ovipostura en orificios que ellas mismas practican en capullos y en frutos inmaduros, y luego sellan las cavidades con un fluido marrón. Las larvas, que se alimentan en la cavidad de las semillas o en las paredes del fruto, son responsables de la mayor parte del daño. Las infestaciones pueden pasar desapercibidas hasta que los tallos de los chiles jóvenes se vuelven amarillentos y se marchitan, o tiene lugar la caída del fruto de forma prematura. Los picudos adultos se alimentan de frutos y brotes de hojas. Los frutos más desarrollados permanecen en la planta, dando por resultado la contaminación del cultivo. Otra consecuencia importante de esta plaga es que los orificios creados en los frutos favorecen la penetración de hongos.

Monitoreo y búsqueda: Las colonias de adultos pueden detectarse visualmente y mediante trampas amarillas. Dichas trampas deben colocarse de 10 a 60 cm del suelo, antes de la floración, y revisarse al menos dos veces por semana. Si se opta por la observación visual, es necesario tomar muestras de brotes apicales, preferiblemente por la mañana. Se aconseja la intervención si se detecta del 0.25 al 1% de brotes infestados.

Manejo: Puede realizarse el control cultural, mediante arado bajo la planta en el momento de la cosecha; destrucción de plantas y restos de frutos inmediatamente después de la cosecha, e inspección de trasplantes y plantas silvestres colindantes. Otros métodos de control incluyen los tratamientos con insecticidas convencionales, o con piretrina para uso en cultivo orgánico. Como métodos de control biológico, la utilización de depredadores naturales y de reguladores del crecimiento de insectos.

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