Produce frutillas orgánicas

Frutillas orgánicas

Si ha pensado emprender una operación orgánica de frutillas, consulte con las autoridades estatales o federales de México, o con una entidad certificadora reconocida, para informarse sobre las regulaciones correspondientes. Por ejemplo, sólo los terrenos que han estado libres de plaguicidas sintéticos y fertilizantes artificiales durante tres años pueden ser certificados para producción orgánica.

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El siguiente punto a tener en cuenta es que un zarzal bien sembrado puede producir de manera continua de 8 a 12 años, por lo que elegir el sitio adecuado es crítico para una vida longeva del cultivo. A continuación se muestran otros puntos de interés para el productor.

Localización Es importante eliminar áreas húmedas en el campo antes de plantar. Las frambuesas en particular no son tolerantes a sitios húmedos, ya que en ellos suele desarrollarse la pudrición de la raíz por fungosis.

Las camas elevadas ofrecen las ventajas de tener un buen drenaje superficial, mejor circulación de aire y presentar protección contra las heladas. Además, es preciso evitar sitios donde pega mucho el viento. Siempre que sea posible, planten sobre pendientes inclinadas hacia el norte, o donde haya sombra por la tarde. Eviten campos con historial de agalla de corona. Una vez seleccionado el sitio de producción, es necesario dedicar un ciclo agrícola como mínimo para reparar y remediar el suelo antes de volver a plantar.

Calidad del suelo Antes de plantar cualquier cultivo perenne, es esencial ajustar el nivel de fertilidad del suelo. Se requiere planear con anticipación para establecer las condiciones de suelo y fertilidad necesarias para el crecimiento óptimo de las plantas.

La fertilidad del suelo se ve mejorada por medio de cultivos de protección como leguminosas que fijen el nitrógeno, abono orgánico, abono animal y fertilizantes naturales aprobados.

Las agresivas malezas perennes necesitan ser controladas antes de establecer el sembradío. Un plan de rotación de cultivos para reducir la presión de la maleza es crítico.

Estrategias orgánicas

Un suelo bien drenado y profundo que tenga alto contenido de humus y esté libre de terrones duros es ideal para las zarzamoras y las frambuesas.

Las zarzamoras y frambuesas no deben ser sembradas después de haber cultivado solanáceas (tomates, pimientos y tabaco) fresas, u otros cultivos que crecen en zarzales, durante 3 o 4 años.

Los productores dedicados a la agricultura orgánica pueden utilizar algunos fungicidas, como el caldo Borladés, polisulfuro de calcio y cobre fijado.

 

Selección de variedades Seleccione variedades comercializables bien adaptadas al lugar. Elija variedades con resistencia a enfermedades e insectos. Comprar esquejes enraizados ayuda a evitar problemas de virosis. Recuerde que la producción orgánica requiere el uso de material de propagación que no haya sido tratado con materiales sintéticos.

Aun cuando pueden utilizarse plantas madre que no fueron cultivadas de manera orgánica, la plantación debe ser manejada de manera orgánica por lo menos durante un año, antes de que las frutillas puedan ser comercializadas como productos orgánicos.

Manejo de plagas El manejo de plagas en la siembra orgánica hace énfasis en la prevención a través de buenas prácticas de cultivo. Las plantas saludables de rápido crecimiento pueden tolerar o soportar mejor los problemas de plagas. El monitoreo de plagas por medio de inspecciones frecuentes en los cultivos, así­ como la identificación precisa de las mismas, son esenciales para anticiparse a los problemas. La meta no es necesariamente la erradicación de las plagas y enfermedades, sino su manejo de tal forma que el daño al cultivo se mantenga dentro de umbrales económicamente aceptables.

Manejo de enfermedades Las enfermedades son manejadas de manera orgánica al seleccionar variedades resistentes; material propagativo libre de enfermedad, selección adecuada del sitio y buenas prácticas de cultivo que aseguren el crecimiento vegetal saludable.

La poda de las cañas enfermas y la eliminación de matorrales silvestres cercanos, también son aspectos críticos del manejo de enfermedades.

Los zarzales infectados por roya anaranjada deber ser totalmente erradicados, con todo la raíz. La cosecha oportuna reduce al mínimo el número de bayas demasiado maduras sobre las cañas, propiciando una buena circulación de aire y menor incidencia en la pudrición de frutos. Barrenador de la caña de frambuesa, ácaros, áfidos y Escarabajo japonés son las plagas que pueden ocasionar más daño a los cultivos de zarzamora y frambuesa, mientras que poda, sanitización, control de malezas y algunos insecticidas orgánicos pueden ayudar a su control.

Cosecha a mano y protección de hileras, trampas y control de larvas con la enfermedad de esporas lechosas (Bacillus papilae) son algunas de las técnicas utilizadas para controlar Escarabajo japonés.

Manejo de malezas El reto más grande para los productores de frutillas es el control de malezas. Si se dejan crecer, las malezas competirán con las plantas por agua y nutrientes, albergarán insectos y plagas que producen enfermedades y reducirán la circulación de aire.

Dado que no se pueden utilizar herbicidas, los productores orgánicos requerirán de medidas alternativas. La selección del sitio, junto con la preparación del mismo, debe tener como objetivo el control de las malezas antes de plantar. Un primer paso importante es evitar plantar en sitios con poblaciones perennes de malezas altamente dañinas.

Otras estrategias antes del trasplante, incluyen labranza, rotaciones de cultivos para reducir la presión de malezas y supresión de las mismas mediante cultivos de protección o cultivos de extinción.

La tela de protección u otros acolchados son métodos adecuados para plantaciones de largo plazo. La tela debe ser colocada de la manera correcta para permitir que emerjan las primocañas. También se pueden utilizar astillas o viruta de madera orgánica. El control de la maleza en las plantaciones establecidas incluye cultivar, podar y desyerbar a mano. Los sistemas radiculares de los zarzales son bastante someros por lo que es preciso cuidar de no dañarlos con el equipo o las herramientas.

Mano de obra Los sistemas orgánicos requieren mano de obra más intensa que los convencionales. Esto se debe en gran medida al mayor número de horas de trabajo requeridas para monitoreo y manejo de plagas, así­ como para control de malezas. Los productores de frutillas orgánicas pueden gastar entre un 10 y 20% adicionales en mano de obra que los productores que utilizan métodos convencionales.

Como mínimo se requieren de 130 a 180 horas de mano de obra por hectárea durante el año de siembra; 100 horas durante el año de crecimiento y al menos 250 horas durante los años de producción; sin contar el tiempo que se requiere para establecer los sistemas de enrejados. Los requisitos de mano de obra adicional para la cosecha dependerán de los niveles de rendimiento y pueden ir de 750 a 1,200 horas por hectárea.

***Artículo publicado originalmente en marzo 2013 y actualizado en julio de 2015.