Producción de cebollas en suelos salinos

IMG_4424El contenido de sales en los suelos agrícolas es uno de los factores que limita más la producción y productividad de diversos cultivos. La FAO estima que a nivel mundial hay alrededor de 831 millones de hectáreas que presentan altos contenidos de sales, de las cuales 397 millones tienen problemas de salinidad y 493 millones poseen altos contenidos de sodio. De las 230 millones de hectáreas irrigadas que hay en el mundo, 45 millones (19.5%) son suelos agrícolas afectados por sales, y de las cerca de 1,500 millones de hectáreas de agricultura de temporal, 32 millones (2.1%) están afectadas por sales.

Factores de salinidad
Las estimaciones de la Semarnap indican que la salinización afecta al 3.1% de los suelos mexicanos. Fuertes acumulaciones de sales y sodio afectan 6.1 millones de hectáreas, de las cuales 1.77 se han afectado por factores naturales y 4.33 por diversas actividades humanas.
La Norma Oficial Mexicana (NOM) 021-RECNAT-2000 define los siguientes conceptos:

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Suelo productivo. Suelo en el cual las condiciones físicas, químicas y biológicas le favorecen para la producción potencial de los cultivos adecuados a una región en particular.

Suelo salino. Suelo que contiene suficientes sales solubles como para reducir el crecimiento de las plantas, con conductividad eléctrica (CE) en la pasta de saturación igual o mayor a 4 dS m-1.

Las sales que se reportan en un análisis de suelo son: cationes: calcio, magnesio, sodio y potasio; aniones: carbonatos, bicarbonatos, cloruros y sulfatos. Estos últimos son los responsables más frecuentemente de la formación de suelos salinos, de las propiedades que estos presentan y del estrés sobre las plantas.

Suelo sódico. Suelo en el cual el porcentaje de sodio intercambiable es de 15 ó más, o el que contiene el sodio suficiente como para afectar adversamente a las propiedades físicas y la permeabilidad.

Suelo salino sódico. Suelo que contiene suficiente sodio intercambiable para interferir con el crecimiento de la mayoría de los cultivos y que contiene cantidades apreciables de sales solubles. El porcentaje de sodio intercambiable es mayor de 15 y la conductividad eléctrica del extracto de saturación es mayor de 4 dS m-1.

¿Cómo afecta la salinidad a las plantas?
La salinidad puede afectar al crecimiento de las plantas directamente en varias maneras.

Primeramente, la planta sufre una disminución de la absorción del agua por las raíces. Una concentración alta de sales tiene cocebolla_sidebarmo resultado un potencial osmótico alto de la solución del suelo, por lo que la planta tiene que utilizar más energía para absorber el agua.

Bajo condiciones extremas de salinidad, las plantas no pueden absorber el agua y se marchitan. Se inhibe el crecimiento y puede haber paso de agua de la planta al suelo (plasmólisis).

La planta tambié sufre de toxicidad por iones específicos. Cuando la planta absorbe agua que contiene iones de sales perjudiciales (por ejemplo, sodio, cloruro, exceso de boro etc.), síntomas visuales pueden aparecer, tales como puntas y bordes de las hojas quemadas, deformaciones de las frutas etc.

 


Tolerancia de la cebolla a la salinidad y al sodio

El término de tolerancia a la salinidad describe la adaptación de una especie frente a la salinidad y varía a lo largo de las distintas fases de desarrollo de una plata. La cebolla está clasificada como un cultivar sensible a la salinidad. La CE máxima que tolera el cultivo es de 1.2 dS m-1. Si la CE se incrementa en una unidad, el % de disminución del rendimiento es del 16.1%. Hay cultivos como la cebada para grano, la remolacha azucarera y el trigo que toleran CE de 6 a 8 dS m-1

La tolerancia de las plantas al sodio ha sido menos estudiada que con respecto a la salinidad. Se puede considerar que un cultivo es sensible cuando su tolerancia está por debajo del 15% de sodio intercambiable (PSI), semitolerantes cuando el PSI está entre un 15 y un 40%; y tolerantes cuando el PSI es superior al 40%. El cultivo de la cebolla se clasifica como semitolerante.

Estrategias para reducir los efectos de sales en las cebollas
Es importante hacer análisis del agua de riego. La cantidad total de sales disueltas en el agua de riego y su composición, influyen en la salinidad del suelo, por lo tanto, es necesario evaluar la CE y su contenido de nutrientes.

Si la fuente de agua contiene altos niveles de sales y sodio, es recomendable establecer cultivos tolerantes.

Es importante recordar que el tipo y la cantidad de abonos orgánicos y fertilizantes químicos aplicados al suelo incrementan el contenido de sales. Algunos fertilizantes contienen altos niveles de sales que son potencialmente perjudiciales. El mal uso de los fertilizantes conduce a la acumulación de sales en el suelo, lo que debe ser evitado.

Para el productor prevenir la acumulación excesiva de las sales en la zona radical, es necesario aplicar una cantidad extra de agua (fracción de lavado), de manera que supere a la necesaria para la evapotranspiración.

Esta fracción de agua debe pasar a través de la zona radical para desplazar el exceso de sales. La frecuencia y la cantidad de lavado dependen de la calidad del agua, del clima, del suelo y de la sensibilidad del cultivo a la salinidad. Cuando el suelo se seca, la concentración de las sales en la solución del suelo aumenta.

Puesto que las sales se mueven en el suelo con la humedad, éstas se acumulan en perfiles específicos según el régimen de irrigación y el tipo de equipo de riego utilizado.

Por ejemplo, al regar mediante aspersores, el agua y las sales se mueven a mayor profundidad, según la capacidad de la infiltración del suelo y la cantidad de agua aplicada. Sin embargo, pueden ocasionarle daños a las hojas. Cuando se utilizan goteros, hay también un movimiento lateral de agua y sales.

Adicionalmente, un suelo mal drenado, puede llegar a un nivel de salinidad que es perjudicial para las plantas. Un suelo que no fue lavado después de un ciclo anterior de cultivo puede contener alto nivel de sales acumuladas.

Varios métodos de labranza se han utilizado para mejorar la infiltración y la permeabilidad de la capa superficial y de la zona radicular para reducir los efectos de las salinidad y sodicidad del suelo, incluyendo la nivelación de tierras (favorece una aplicación más uniforme del agua, propicia lixiviación y control de la salinidad); el arado profundo (afloja los agregados del suelo, mejora la condición física de capas impermeables, aumenta el espacio poroso y la conductividad hidráulica); subsolado y mejores métodos de siembra y/o plantación (la siembra en laderas, en camas o surcos establecidos en hileras simples o dobles, minimizan la acumulación de sal alrededor de la semilla).

El productor también podría considerar el uso de mejoradores químicos. Estos incluyen el uso de enmiendas químicas y fertilizantes minerales. Los mejoradores químicos neutralizan condiciones sódicas del suelo (Na intercambiable y carbonato de Na), seguido por lixiviación para la eliminación de sales derivadas de las reacciones. El yeso, azufre y ácido sulfúrico son utilizados comúnmente como mejoradores de suelos.

Prácticas biológicas de control
Este método incluye el uso de materia orgánica, estiércol, cultivo de leguminosas, incorporación de residuos y siembra de cultivos tolerantes a la salinidad.

Estas prácticas mejoran la permeabilidad del suelo y favorecen la liberación de dióxido de carbono y ciertos ácidos orgánicos durante su descomposición. También actúan como fuente de nutrientes.

Se recomienda el uso de cubiertas vegetales para reducir las pérdidas por evaporación y por lo tanto disminuir o prevenir la acumulación de sales en las capas superficiales del suelo.

La incorporación de los residuos de cosecha permite mejorar la infiltración del agua, especialmente para los pequeños agricultores que no tienen los recursos necesarios para implementar medidas correctivas de mayor costo. La cebada, el trigo, la remolacha azucarera, el mijo, arroz, forrajes y pastos para la producción animal, son cultivos tolerantes a la salinidad.

Algunos estudios  han demostrado que las plantas de jitomate (Lycopersieon esculentum Mill.), cebolla (Allium cepa L.) y pimiento (Capsicum annuum L.), han aumentado el crecimiento en condiciones de salinidad cuando sus raíces son colonizadas por micorrizas.
Otros ensayos indican que la preinoculación de trasplantes de lechuga y cebolla con hongos micorríticos pueden ayudar a aliviar los efectos nocivos de los suelos salinos en el rendimiento del cultivo.

 

Evite daños de sal

Daños indirectos a la planta que causa la salinidad y el sodio intercambiable:
a) Interferencia con la absorción de nutrientes esenciales. Un desequilibrio en la composición de las sales en el suelo puede resultar en una competencia perjudicial entre los elementos.

Esta condición se llama “antagonismo” — es decir, un exceso de un ion limita la absorción de otros iones. Por ejemplo, el exceso de cloruro reduce la absorción del nitrato, el exceso de fósforo reduce la absorción del manganeso y el exceso de potasio limita la absorción del calcio.

b) El efecto del sodio en la estructura del suelo. En suelos que contienen altos niveles de sodio, este desplaza el calcio y al magnesio que son adsorbidos en la superficie de partículas de arcilla en el suelo. Como resultado, la agregación de las partículas del suelo se reduce y el suelo tiende a dispersarse. Cuando está húmedo, un suelo sódico tiende a compactarse, su permeabilidad se reduce drásticamente y, por tanto, la capacidad de infiltración de agua se disminuye. Cuando está seco, un suelo sódico se endurece y se forman terrones. Esto puede resultar en daños a las raíces.

Conclusiones
La solución al problema de la salinidad en el cultivo de la cebolla es complicada y debe considerar varias de las alternativas propuestas.
Conocer e identificar el origen de las sales presentes en el suelo le permite al productor tomar la mejor decisión en cuanto a continuar produciendo cebollas en sus parcelas, ya que es un cultivo sensible a la presencia de sales.

Conociendo el origen de la salinidad, los agricultores deben analizar el uso de abonos y fertilizantes químicos para la fertilización del suelo y nutrición de cultivos, el sistema de riego (aspersión, goteo, gravedad, etc.) y drenaje, preparación de la tierra y las prácticas de manejo agronómico del cultivo, uso de mejoradores químicos, entre otros.

Si el problema existe, hay que tomar muy en cuenta que se puede agravar. Una estrategia ampliamente recomendada es el lavado de sales a través de láminas de riego que permitan la lixiviación de las mismas y su salida a través de la construcción de drenes. Esta práctica puede implementarse siempre y cuando el origen de la salinidad no sea la fuente de agua. Se han hecho estudios que demuestran que el uso de cultivos tolerantes pueden ser sumideros de las sales presentes en el suelo.

Finalmente, el uso de micorrizas es una alternativa que demuestra que la asociación simbiótica planta – hongo. Hay organismos públicos en México que desarrollan programas de investigación sobre micorrizas y como consecuencia de estos trabajos, existen en el mercado productos comerciales que se pueden utilizar en los procesos de producción comercial de cebollas.