Antracnosis y otros impedimentos que afectan el mango mexicano

Antecedentes

El mango, Magnifera Indica, perteneciente al orden de Sapindales de la familia Arnacardiaceae. Es originario de la región de indobirmania, fue domesticado hace 4,000 años, posiblemente en India y es cultivado actualmente en gran parte las regiones tropicales del mundo. Introducido en Brasil por el imperio portugués durante el siglo XVIII y extendido por los españoles desde las Filipinas hasta México, este producto es importante para los mexicanos y para el resto del mundo.

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En la actualidad, el mango es posiblemente uno de los frutos más comercializados a nivel internacional, el 4° más importante de acuerdo con la FAO en el año 2008 y México, a pesar de ser el 5° productor más importante de mango en el mundo, no exporta volúmenes notables de este fruto.

En México, las variedades más comunes para el consumo en fresco son: Ataulfo, Tommy Atkins, Haden, Kent y Keitt; estas variedades abastecen la demanda mexicana de consumo anual que es 9.8 kilos per cápita. En el país se producen alrededor de 1.6 millones de toneladas de mango, lo que nos convierte, de acuerdo con datos oficiales, en el 5° productor de Mango a nivel Mundial; el liderazgo lo tiene India con poco más de 18 millones toneladas anuales. Ese país abastece el 42% del mercado mundial, mientras que 1 de cada 25 toneladas de mango producidas en el mundo son de origen mexicano.

La producción de Mango en México se ha mantenido estable a lo largo del tiempo, con una producción de 1.5 millones toneladas en promedio en los últimos 12 años, teniendo su pico de producción en el año 2006 con 1.7 millones de toneladas. Chiapas es el estado en el que mayor superficie destina al mango con más de 35 mil Ha; sin embargo, sus rendimientos son de 7.9 Ton / Ha, mientras que en el Estado de Guerrero, 3° estado con mayor superficie destinada a la siembra de mango (25 mil Ha), tiene rendimientos superiores a las 15 Ton/ Ha que son los mejores registrados en el país. Sinaloa, 2° Estado con mayor superficie (32 mil Ha), es posiblemente la entidad que mejor calidad de fruta tiene y la que mayor cantidad de mangos exporta. (Cierre de Producción Agrícola, siap.gob.mx, 2015)

La pregunta de interés para nosotros como investigadores de campo, residía en analizar fundamentalmente: ¿por qué México no es competitivo a escala internacional?, ¿qué ha detenido las exportaciones de Mango mexicano si contamos con producción de escala internacional?

Antracnosis como problema

Hay numerosos factores que obstaculizan e incluso impiden el desarrollo de la industria del mango mexicano. Solo por mencionar algunos sin ningún orden de importancia: la falta de infraestructura de transporte como caminos, carreteras y autopistas que llevan desde los centros más importantes de producción a los puertos de salida. El intermediarismo, que deja en muchos casos, a los agricultores con márgenes de rentabilidad muy bajos. Estos y otros problemas resultan secundarios a lo que por otra parte hay que mejorar.

Antracnosis y otros impedimentos que afectan el mango mexicano

La mancha negra asociada con las dificultades ocasionadas por antracnosis. Fuente: Mangozz.com

Existe particularmente una situación que de acuerdo con nuestra investigación, vuelve al mango mexicano poco atractivo para la comercialización local y para la exportación. Ese problema, fundamental en varios sentidos, es el control de hongos en el mango, particularmente la Antracnosis.

La Antracnosis en mango es causada por el patógeno Colletotrichum gloeosporioides; este hongo tiene registros de presencia en el territorio mexicano en toda la superficie que se destina a este cultivo y su presencia se ha registrado durante el desarrollo, madurez, post cosecha y almacenamiento del mango.

A pesar de ser un problema que afecta a escala internacional, existen pocos registros de investigaciones académicas realizadas por entidades mexicanas como: universidades, compañías, entidades privadas o públicas, sobre un control efectivo de Antracnosis en mango mexicano.

Los documentos académicos son pocos, comparados con las investigaciones en otros cultivos como: tomate, chile, caña de azúcar y maíz, cuyas plagas, hongos, enfermedades y su control están bastante estudiadas a escala nacional e incluso local.  A pesar de esto, el problema de Antracnosis se ha intentado acometer en México de manera más consciente y práctica en años recientes, pero con éxito limitado. Sinaloa, es el estado que ha funcionado como la punta de lanza en estas investigaciones.

De acuerdo con algunas entrevistas realizadas, “las pérdidas por Antracnosis pueden oscilar entre un 15% y 60% de la producción, dependiendo del clima”, nos comentó un técnico asesor de Sinaloa sobre el problema en el cultivo. Estos niveles son proyectables a toda la república con mayores o menores pérdidas dependiendo de muchos factores. Lo que llama la atención es la severidad y amenaza que representa la enfermedad en el cultivo.

Una publicación gubernamental estableció que cuando las condiciones climáticas (calor y humedad relativa alta) existen, el daño por Antracnosis puede ser particularmente severo sobre las emisiones de brotes nuevos y durante la floración, condiciones que suelen presentarse frecuentemente al finalizar el período de lluvias. Lo que sucede es que la condensación de agua que se produce sobre la superficie de las hojas durante la noche, hace que las esporas pasen del follaje a las flores, donde el hongo puede causar marchitez y caída de las mismas; esto se traduce en una reducción importante en la formación reducida de frutos. (Claridades Agropecuarias, 2010).

Finalmente, durante la post cosecha posterior al amarre de los frutos, se producen lesiones internas sobre frutos jóvenes, causando su caída. Peor aún, durante su almacenamiento y transporte, los frutos logrados afectados por Antracnosis no siempre muestran señales de la enfermedad inmediatamente, pero después desarrollan manchas negras en la piel del fruto, lo cual reduce significativamente su vida de anaquel, ya que el fruto se pudre con rapidez e impide su exportación. Existen casos de cancelación de embarques, una vez en destino, con mangos afectados por este hongo.

La Antracnosis, “es la principal causa que limita la expansión de la presencia del mango mexicano en Japón y Europa” nos comentó Nibardo Armenta, representante de una compañía multinacional y experto en Fisiología Vegetal. La política de cero tolerancia de países como Japón y algunos países europeos, impiden el acceso de cargamentos de mango que están afectados por Antracnosis. Esta dificultad, afecta particularmente las exportaciones a mercados asiáticos y europeos, pues a “EE. UU. se puede llegar en algunas horas mientras que a Europa y Asia son semanas de transporte, en el cual el hongo se puede desarrollar y afectar los frutos si las condiciones existen dentro del almacenamiento”, sentenció Nibardo.

La falta de acceso a estos mercados, asiáticos y europeos, es donde el precio del mango fresco es de 3 a 5 veces el precio al nacional y limita la posibilidad económica de los productores de manera importante y sobre todo la competitividad del mango mexicano a nivel internacional.

En el mercado de EE.UU, el problema es otro, pues “para entregar el fruto en EE.UU. se necesitan pasar las pruebas de residuos (EPA), y  a pesar de que no tengas problemas de Antracnosis en los frutos, si utilizas algún producto que no esté permitido (Benomil), te regresan la cosecha, te multan y pierdes mucho dinero”, nos comentó un productor de Sinaloa.

Control tradicional y riesgos

Desde la siembra de patrones, existen algunas variedades de mango que tienen una menor propensión a desarrollar el hongo y son consideradas con una resistencia  de alta, moderada y baja. La variedad Kent, por ejemplo, tiene una susceptibilidad al hongo alta, mientras que la variedad Keitt es moderadamente resistente. (Antrachnose Mangos Final Report). Variedades resistentes ayudan y permiten reducir la aplicación de productos; aun así, el problema se tiene que seguir controlando.

El tratamiento convencional, de acuerdo con nuestras investigaciones es para minimizar la Antracnosis, aplicando fungicidas químicos al inicio de la floración cuando las panículas tienen varios centímetros de largo y poco antes de la apertura floral, y se continúan hasta que los frutos inician el abultamiento de los hombros. En nuestro país se hacen típicamente entre 2 y 5 aplicaciones, aunque se ha reportado que en ambientes muy húmedos, donde la incidencia de la Antracnosis es muy alta, es necesario realizar entre 8 y 12 aplicaciones de fungicidas químicos. (Claridades Agropecuarias, 2010)

El uso de fungicidas está limitado por el número de productos disponibles y su efectividad, las regulaciones sobre pesticidas existentes en México y en los países de destino. Actualmente, en los productos de exportación, existen listados de productos aprobados (EPA en el caso de EE.UU.) y si algún ingrediente activo o nombre comercial no coincide con los autorizados, no pueden ser aplicados en el cultivo. Al menos en México, existen pocos productos que tienen registro (COFEPRIS) con permisos para aplicación en mango.

Generalmente las aplicaciones se realizan con productos a base de cobre (Oxicloruro de cobre), combinados con fungicidas (Mancozeb), para tener un mayor espectro de cobertura preventiva. También es importante y ampliamente sugerido rotar los fungicidas para reducir y evitar la posibilidad de desarrollo de especies resistentes. La rotación de fungicidas se hace con productos que comienzan a ser prohibidos en EE.UU.,  como el Benomilo, hasta fungicidas que llevan tiempo en el mercado como: Tiabendazol, Procloraz, Tebuconazole, Captan y Azoxystrobin. Algunos fungicidas disponibles, son probablemente algunos de los productos más caros en el mercado; el Azoxystrobin, por ejemplo, tiene marcas registradas que varían desde los $1,400 pesos hasta $3,000 pesos, por k/l del producto, lo que reduce la capacidad de algunos agricultores a emplear estos productos durante todo su ciclo.

De acuerdo con algunas investigaciones realizadas por la Universidad Autónoma de México, una práctica que se generalizó a principios de los 90’s fue la inducción forzada de la floración del mango Ataulfo aplicando nitrato de potasio (2 ó 3 %) durante el mes de octubre para inducir la floración en noviembre y cosechar los frutos durante enero y febrero. Esto significó la producción fuera de temporada de lluvias para evitar, en gran medida, las afectaciones por Antracnosis, pero se dejó de hacer pues comenzó a afectar fuertemente los rendimientos y ciclos naturales del cultivo. (Scielo.org)

Otras técnicas post- cosecha contemplan “la aplicación hipoclorito de calcio y carboxim/captan, a fin de prevenir posibles pudriciones o la presencia del hongo,y antes del almacenamiento se deben sumergir los frutos en una solución fungicida”, según nos explicó un asesor técnico en la región de Nayarit. La aplicación de productos como Clorotalonil, Cupravit Hidro e incluso Yodo después del tratamiento térmico, son complementos e intentos de algunos productores y técnicos para reducir las probabilidades de aparición de la Antracnosis. La rotación de fungicidas es crítica y la realidad es que son pocos los ingredientes activos a los que los productores de mango tienen acceso económico para controlar el problema.

Según algunas entrevistas que realizamos, la efectividad de los fungicidas “se han reducido después de tantos años de estarlos aplicando en la zona”, nos comentó un productor de Chiapas y al no tener muchas posibilidades de rotar los ingredientes activos, las resistencias son casi lógicas. De acuerdo con algunas recomendaciones de los fabricantes, la aplicación de fungicidas con un mismo ingrediente activo no debe superar las 3 durante todo el ciclo. El mango puede requerir hasta 12 aplicaciones de fungicidas en un ciclo.

Biológico y Orgánico como alternativas exploradas

Para evitar el uso contínuo de fungicidas y ocasionar con el tiempo y uso intensivo la resistencia, los productores han optado por soluciones físicas, orgánicas y biológicas que en su experiencia han funcionado mayor o menor grado de éxito. Son reducidos los casos en los que estas soluciones pasan por un sistema científico riguroso para comprobar su real efectividad.

El tratamiento térmico y encerado del mango en post cosecha consiste en sumergir rápidamente los mangos en agua a una temperatura alta (54°C) para eliminar esporas del hongo; esa misma agua contiene cera  de distintos tipos y concentraciones que recubre y reduce el desarrollo del hongo en la piel del fruto. (Tratamiento Encerado del Mango , fao.org) Esta aplicación es usada frecuentemente sobre todo en frutos de exportación.

De acuerdo con algunos análisis realizados por la UNAM, el almacenamiento hipobárico, para almacenar y transportar el mango, consiste en crear una atmosfera en la que el oxígeno sea escaso y el ambiente fresco, como es el caso de las altas montañas, para que el hongo tenga una menor actividad y su presencia sea menor (Scielo.org) Pero las implicaciones tecnológicas de esto lo vuelven una solución poco factible.

Para transportar el mango en Nayarit, se desarrolló un experimento que busca retrasar e imposibilitar la aparición física del hongo impidiendo que el fruto madure mientras se transporta. “Mediante el 1-Metil Ciclo Propeno (SmartFresh), se inhibe la capacidad del fruto para producir etileno y madurar”. Esto resulta útil sobre todo en el transporte del producto para distancias largas. Pero, a pesar de que el mango “no tiene presencia visual de Antracnosis, la realidad es que esta no se ha activado porque el fruto no ha madurado, pero la espora está presente internamente”, nos comentó uno de los desarrolladores de la prueba y  partícipe en el experimento.

Una alternativa es el uso de agentes biocontroladores o microorganismos antagonistas que inhiben el desarrollo del fitopatógeno. Estos organismos son capaces de antagonizar patógenos, reduciendo los efectos nocivos de éstos. La eficacia de los productos biológicos en el campo depende sensiblemente de factores ambientales difíciles de controlar (temperatura, humedad, pH, exposición a luz UV, entre otros); además, su espectro de acción contra diferentes patógenos es menor que el de los fungicidas químicos. (Claridades Agropecuarias, 2011) Esta situación ha llevado en algunas ocasiones, a que los productores no confíen en los resultados de los productos biológicos, pues aún existe la duda  si funcionarán igual que los químicos. Pero este y otro tipo de productos ayudan a reducir la carga química del cultivo y adicionalmente evitar la resistencia.

Sobre esta línea, el Instituto de Biotecnología de la UNAM y el CIAD de Culiacán, han desarrollado una tecnología a nivel piloto que ha permitido la producción de productos biológicos que han resultado efectivos para el control de Antracnosis del mango. Aislando y utilizando para beneficio del productor una bacteria y una levadura, realizaron tratamientos experimentales en el mango y presentaron el mayor potencial de inhibición del crecimiento de Colletotrichum gloeosporioides. En algunos casos los bio-fungicidas son tan buenos o mejores que el Benomilo para el control de la Antracnosis en pre y post-cosecha. (Claridades Agropecuarias, 2010) La comercialización de estos organismos es aún, de acuerdo a nuestras investigaciones, limitada.

Es primordial comprender que incluso cuando un tratamiento que reduzca significativamente la incidencia de la enfermedad, no necesariamente permite generar frutos con la calidad de exportación. Pero en definitiva, abre las oportunidades para acceder al mercado internacional.

México es un país realmente único y es posiblemente uno de los pocos que cuenta con una variedad tan amplia de cultivos, muchos de los cuales son demandados a nivel nacional e internacional. Tanto en México como en el mundo, la limpieza y belleza de los frutos es importante para comercializarlos; erróneamente tal vez, estas exigencias limitan de sobremanera a los productores mexicanos del cultivo. Hongos como la Antracnosis afectan al Mango estética y fisiológicamente durante todo su ciclo e incluso después, lo que convierte a este problema, en nuestra opinión, en un problema fitosanitario crítico.

Mientras este asunto no sea abordado seriamente por organizaciones, universidades, productores, compañías y gobierno, los recursos para realizar pruebas e investigaciones encaminadas a resolver este problema seguirán siendo limitados y la situación del mango mexicano en el extranjero difícilmente cambiará. Es importante considerar al hongo de la Antracnosis, como un oponente digno de ser enfrentado con preocupación, interés, dedicación y con recursos necesarios para vencerlo.-

Ríos Figueroa Consultores, S.C.

 

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Avatar for saulo gregorio ramirez saulo gregorio ramirez dice:

EXCELETE INFORMACION SOBRE ESTE TEMA QUE ES DE GRAN INTERES PARA LAS ZONAS PRODUCTORAS DE ESTE FRUTO GRACIAS

Hoy en día se se empieza a utilizar el dióxido de cloro como un controlador de microorganismos nocivos en la agricultura. Cabe señalar que este compuesto no requiere de registro sanitario por ser un desinfectante, mas sin embargo, actúa eficientemente para combatir hongos , bacterias y virus de cualquier especie o variedad del microorganismo. La forma en que actúa es por contacto y en pocos minutos elimina al hongo desestabilizando el ciclo de Krebs por lo que los microorganismos no podrán seguir procesando sus nutrientes para obtener el azúcar que finalmente les dará la energía para vivir y reproducirse, la forma en que lo desestabiliza es atrayendo electrones de la membrana. El dióxido de cloro actúa tan rápido que los hongos no alcanzan a asimilar alguna información para protegerse al producto, por lo que año con año se puede utilizar como desinfectante

Correcta la información que el distinguido ingeniero Sr Ortiz Uribe escribe sobre el dióxido de cloro. El problema es que todos los dióxidos de cloro comercializados no son lo mismo y pueden producir efectos negativos como el caso del comercializado por el citado señor que constituye una copia y fraude tecnológica, constituyendo un compuesto con vapores corrosivos.
CLODOS Technology® es la única tecnología mundial que garantiza la pureza y que es estable (no estabilizado) y, por tanto, la no generación de ningún tipo de residuos ni derivados clorados.
CLODOS Technology® tiene todos los registros del BAUA en Alemania y España y patentes europeas de todos los productos comercializados como dióxido de cloro puro y estable.

Hola Muy interesante todo lo expuesto pero tristemente no aportan soluciones eficaces. Desde CLODOS TECHNOLOGY en España, tenemos una solución al problema tratando desde el inicio del cultivo ( preventivo) y con un programa durante todo su desarrollo dependiendo de cada fase : floración, cuaje, madurez, etc., y en función de condiciones meteorológicas: alta humedad o lluvias, vientos fuertes, tormentas, temperaturas, etc. Así mismo tenemos programas de choque contra infección o curativos. Por ultimo actuamos en poscosecha como reductores de residual de posibles productos aplicados como Mancozeb y por supuesto a efectos de empaquetado, trasporte y almacenaje reduciendo riesgos de contaminaciones cruzadas o desarrollo de enfermedades en estas fases Y TODO SIN RESIDUO ALGUNO NI PLAZO DE SEGURIDAD. Ver AGRIDIS y TERRADIS en http://www.clodostechnology.com
¿les interesaría ser nuestros distribuidores en Mexico?

Avatar for Martin Pestaña Guzman Martin Pestaña Guzman dice:

Tengo interés para aguacates. Mi correo

Avatar for Jesus Aceves Jesus Aceves dice:

Interesante articulo. Nosotros manejamos fungicidas organicos aprovados por EPA, estamos interesados en desarrollar pruebas e investigacion al respecto.

Avatar for Martin Pestaña Guzman Martin Pestaña Guzman dice:

Mi correo [email protected] me interesa.